Probablemente el funcionario del Congreso Nacional que recogió el preservativo en uno de los pasillos del tercer piso, donde está ubicada la Biblioteca, podrá contarles a sus colegas y a toda su familia que él fue el que "limpió" la honorabilidad de senadores y diputados, al evitar que más personas se enteraran del "atentado" que se vivió ayer cerca de las 18.30 horas.

No obstante, el diario pop que no se le va ni una inmortalizó con su inmunidad parlamentaria los breves segundos en que el salvador adminículo (en la foto) estuvo a vista y paciencia de todo aquel que transitara por el pasillo que da a la Biblioteca, específicamente en el ala izquierda del edificio, donde se ubica el Senado.

Según expertos en la materia, el preservativo era de los "sin marca", revestido en un envoltorio azul y estaba nuevo. Apenas cacharon los funcionarios tomaron la evidencia y la botaron en un basurero.

SALUDABLE

El díscolo diputado socialista Marco Enríquez-Ominami resaltó que la parte positiva de la insólita situación.

"Yo creo que es muy bueno que en el Parlamento haya sexo seguro. Quiere decir que ya las leyes del Congreso están siendo tomadas en cuenta por los propios parlamentarios. La verdad es que el Parlamento es aún un lugar muy erótico, pero la recomendación es tener sexo seguro en la casa. En todo caso, yo creo que esto (del condón en el Congreso) no es como para enojarse, sino como para alegrarse", concluyó filosofando.

Lo que queda ahora es que las autoridades administrativas del palacio legislativo revisen las cámaras de seguridad para averiguar quién fue el distraído y/o urgido que perdió la camisinha de látex.