Un presunto fraude tributario quedó al descubierto en el Puerto de San Antonio, donde ayer cacharon un embarque de piedras y escombros con destino a los puertos de Taiwán y Tailandia.

La supuesta estafa fue detectada por funcionarios del Servicio de Aduanas, quienes hallaron puras rocas y camotes en 20 containers que debían haber sido cargados con fierros y chatarra.

Datos reunidos por La Cuarta apuntan a que el cargamento original correspondía a 3 toneladas de desechos mineros, pero al revisar los contenedores el personal de Aduanas descubrió que se trataba de piedras que no sirven ni pa' chutearlas.

El flete lo realizó una empresa de reciclaje cuyo nombre no fue dado a conocer. El Servicio de Aduanas se encargó de informar el embarque al tribunal correspondiente, ya que los documentos fueron declarados de manera irregular y formarían parte de un fraude aduanero.

"?Si existe un delito tributario lo deberá investigar el Ministerio Público. En este momento como Servicio de Aduanas nos vamos a querellar por la falsedad de los datos declarados correspondientes al peso y la naturaleza de la mercancía que encontramos en los contenedores", dijo a La Cuarta José Villalón, administrador de la Aduana de San Antonio.

De acuerdo con la Ordenanza Aduanera, todas las piedras fueron incautadas y se dio curso a una investigación sobre una posible evasión de impuestos, lavado de dinero o estafa.

La cuchufleta detectada en San Antonio se asemeja al millonario fraude tributario realizado por Feliciano Palma en los años 80, cuando fue acusado de exportar palos de escoba y sanitarios sobrevalorados para cobrar más IVA.