Maldita pandemia hizo acabar el stock de juguetes sexuales

Nuevos hábitos por culpa del encierro aumentaron la demanda de juguetes sexuales. Crisis del "entretenimiento" se vive en todo el planeta.

Si hasta antes de la pandemia la vida afectiva y sexual de las personas iba viento en popa, el encierro para evitar contagios hizo que los hábitos amorosos sufrieran un cambio. Y eso se ha visto reflejado drásticamente en los sex shop, donde los juguetes sexuales se han vendido como pan caliente, casi al borde de desaparecer.

"El incremento en el consumo de juguetes para adultos se reflejó en todas nuestras líneas de productos: desde cosmética erótica (lubricantes, aceites de masaje, geles, etc.), pasando por lencería sensual, hasta dildos y vibradores. La venta de estimuladores se disparó", señaló Geraldine Acevedo, dueña www.starsex.cl.

Si bien en un principio de la pandemia el panorama era de incertidumbre, con el pasar de las semanas las personas se fueron soltando a la hora de comprar entretenimiento para adultos, por lo que los vendedores tuvieron que traer nuevos productos y de mayor cantidad.

"La tienda física tuvo que cerrar en marzo, así que emprendí en otros negocios. Sin embargo el sex shop siguió funcionando por internet. Las mujeres son las principales clientes, 75% del total. Los hombres llevan unos huevos masturbatorios, que vienen a reemplazar a las muñecas inflables, ya que son un poco complejas para guardar", explicó a La Cuarta Sebastián Cea, de @happycouplechile, en Instagram.

¿Cambio de sexualidad?

La alta demanda de estos productos ha replanteado algunos hábitos, pero ¿se puede hablar de un cambio en la sexualidad de los chilenos?

Para María Teresa Barbato, bióloga, doctora en complejidad social y especialista en moral y emparejamiento humano, el coronavirus ha hecho que las personas destinen recursos que antes usaban para realizar actividades sociales en otros ítems, como el bienestar sexual.

"Aún cuando existiera la posibilidad de que la frecuencia sexual de las personas ha disminuido debido al encierro, esto no quiere decir que el impulso sexual esté siguiendo la misma tendencia", asegura la doctora Barbato.

"Como muchas personas no tienen la posibilidad de tener tacto con el otro, debido a la crisis sanitaria y el encierro, conseguir nuevas texturas desde nuestra casa como un juguete sexual nuevo, ayuda a calmar la ansiedad, entrega nuevas sensaciones y afecta nuestras prioridades de consumo.

De hecho, estudios demuestran que, en tiempos difíciles, nuestro cerebro desactiva zonas visuales y activa zonas relacionadas con el sentido del tacto", agrega la bióloga.

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