Tata vitamina está como Hulk a sus 50

Al parecer nos estamos acostumbrando a hacer historia en Estados Unidos, porque a la Copa América Centenario ahora tendremos que agregar el segundo lugar conseguido por Marco Casali, en el Reebok Crossfit Game.

El deportista nacional de 50 primaveras en el cuerpo, compitió en la categoría Master 50-54, donde sorprendió al mundo al agarrar la medalla de plata.

"Fue una experiencia impresionante porque es una competencia muy bien hecha. Es un Mundial, todo a sus tiempos con organización y logística militar. Fue alucinante, porque no me conocía nadie y califiqué segundo del mundo", soltó Marco a La Cuarta, la que se las levanta a todas.

- ¿Llegó como una sorpresa?

- Siempre me catalogaron como un enigma. Porque en la primera prueba no me fue muy bien, salí en el lugar 18. Me miraron raro, como que dijeron 'este gallo no la tiene muy clara'. Pero a la segunda prueba, de las seis que eran, recuperé y me tomaron respeto.

- ¿De cuándo le mete al crossfit?

- Practico hace seis años en mi propio box, que se llama Crossfit Atakama, que está en Lo Barnechea. Era el box más cuico y odiado, pero ahora el más amado, porque en Chile somos así. Porque nos tenían crucificados que somos los cuicos y nunca lo fuimos, sólo viví ahí por accidente, por eso ahora hay que hacerlo más querido.

- ¿Verdad que usted entrenó a Farkas?

- No, hubo un error en una nota. Yo entreno a la mujer de Farkas cuando está en Chile, al igual que los niños. Entreno otros famosos. Con Farkas me topaba cuando iba a su casa, pero a él le gusta más el tenis. Una vez me metió a jugar raquetball y me asesinó jugando, porque yo sé poco de eso.

- ¿Qué es lo más difícil del crossfit, pa' no quedar con la lengua afuera?

- Lo más difícil es entender que esto se parte de a poco. Tu abuelita o mi mamá pueden hacer crossfit. Luego lo más difícil es moverse con calidad. Luego lo más difícil es moverse con calidad y rápido. Luego con más peso. Así uno va pasando etapas y no se pega el pencazo de una. Uno tiene que ir de menos a más.

 - ¿Qué se les puede decir a los que están empezando?

- Esto es calidad y paciencia. No hay que apurar. Es como tomar un instrumento. No te sientas con la Filarmónica de Berlín en la primera clase.

COMPARTIR NOTA