"No podía creer que había salido en los diarios y en la tele. Mi celu estaba sin batería y no me pude comunicar con mi mamá, porque no me sabía el número. Con suerte me sé el mío".

Así explica su tremendo "carrete" el paramédico Pablo Cortés Vergara (27), quien estaba extraviado desde la noche del 15 de octubre, cuando viajó desde Antofagasta al recital de Depeche Mode.

Después de un amplio operativo de la Brigada de Ubicación de Personas (Briup), el compadre apareció en la casa de un amigo, en la Plaza de Armas de Santiago.

"No vi ni las noticias. La PDI me mostró videos y diarios donde salía yo. Me impresioné mucho, lo primero que hice fue llamar a mi mamá. Aún no dimensiono todo lo que pasó", relató.

El paramédico asegura que es segunda vez que viene a la capital. La primera fue para el recital de Madonna, pero sólo estuvo un día.

Pablo contó que durante estos días le pasó algo atroz, que sólo saben amigos y familiares, y  que tras el concierto, se pegó un viaje a Viña.

Ahora Vergara está urgido porque no ha podido llegar al laburo. "Estoy preocupado por perder la pega, pero cuando le cuente a mi jefe lo que me pasó, va a entender mi problema y espero que me deje volver a trabajar", aseveró.

Efraín Díaz, jefe de la Briup, explicó que en estos casos ni siquiera se le puede castigar con un tiró de oreja. "Él es mayor de edad y tiene todas sus facultades mentales. No podemos obligarlo a que llame a casa".