Un estremecedor infanticidio quedó al descubierto en la comuna de Paine, donde una asistente de párvulos de 27 años apuñaló con una tijera y estranguló con la tira de un sostén a su hijita recién nacida.

El hecho ocurrió el lunes en la tarde, en la parcela 4 del sector Cardonal Alto Huelquén, pero quedó al descubierto en la mañana del jueves, cuando un auxiliar del Liceo "María Carvajal Fuenzalida" de Huelquén, donde trabajaba la mujer, encontró el pequeño cuerpo metido en una bolsa de plástico en el estante de una sala.

SOLA

Según la investigación policial y de la fiscalía local, el lunes Claudia Andrea Muñoz Garrido, de 27 años, esperó estar sola para encerrarse en el baño de su casa y pujar sobre la taza hasta parir a su hijita de 9 meses. Luego cortó el cordón umbilical con una tijera y con la misma herramienta apuñaló en el pecho a la criatura y le perforó el corazón.

Creyéndola muerta, la mujer metió a la guagüita en una bolsa de basura negra y salió a tirarla a un basural de la zona. Sin embargo, en el camino la pequeña siguió moviéndose, por lo que Claudia Muñoz le apretó el cuello con el bretel de su sostén hasta que la ahogó.

Después de convertirse en parricida, la asistente de párvulos regresó a su casa y escondió el cadáver de 46 centímetros en su clóset, sin despertar las sospechas de sus padres.

Claudia era madre de un niño de un año y 4 meses y el sobrepeso que le dejó su primer embarazo le permitió disimular su nueva concepción no deseada. Hasta hace un par de semanas vivía con su pareja, que la abandonó porque no quería otro hijo.

La asistente de párvulos tuvo el cadáver en su pieza hasta el miércoles en la mañana, cuando decidió llevarlo en un bolso o cartera hasta el liceo en el que trabajaba.

Una vez que ingresó al aula, acomodó el bulto en el lugar en que los niños guardan sus útiles escolares y asistió a los pequeños del pre-kinder B como si nada hubiera pasado. Incluso, contó el inspector del cole, Francisco Rivero, que en la noche se realizó una reunión de apoderados y nadie se percató de la bolsa.

Como el aroma no se soportaba, a primera hora del jueves el aseador Juan Romero trasladó el costal hasta una acequia en frente del liceo.

"Pensé que era una muñequita. Estuve a punto de lanzarlo, pero no pude. Tuve un presentimiento. Abrí la bolsa y vi el cuerpecito ensangrentado y envuelto en una toalla", recordó.

HOSPITAL

Claudia no fue a su pega el jueves. Debido a los fuertes dolores se internó en el Hospital San Luis de Buin, donde fue arrestada por detectives de la Brigada de Homicidios (BH) Metropolitana.

La mujer ayer fue formalizada por parricidio en la maternidad del hospital. El fiscal Claudio Ciudad informó que apenas la den de alta quedará en prisión preventiva. Arriesga una condena de hasta 15 años de cárcel.

"No me dijo que estaba arrepentida", dijo el fiscal.

C. Godoy/ R. Henríquez