La bailarina rusa Kitty Sanders está de duelo porque detectives de la PDI le incautaron su boa de casi 2 metros de largo.

Tras la diligencia policial que terminó con la serpiente confiscada, la veinteañera venida de Siberia quedó con el terrible bajón porque la bicha se había convertido en su herrramienta  de trabajo en los espectáculos nocturnos que realiza en la ciudad de Antofagasta.

En los primeros días de este mes, Kitty había dicho a La Cuarta que la boa la había comprado en una mascoteca antofagastina para reemplazar a su primera culebra, Raptor.

Incluso contó que le había costado 500 lucas y que la había bautizado Belladona en honor a una actriz porno gringa.

Pero la dura es que Kitty nos pasó por agua tibia porque la serpiente no la había comprado, sino que se la había prestado una amiga.

Por lo anterior, detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente (Bidema) de Antofagasta le incautaron la boa y se la devolvieron a su verdadera dueña.

Según la denunciante, ella le había prestado su mascota a Kitty por un período de tres días, pero como la rusa se fundió con la serpiente y nunca se la devolvió, no le quedó otra opción que la de acusarla a la policía civil.

Hasta el martes y con la ayuda de Belladona, la siberiana de 28 años se ganaba el puchero en los topless más exclusivos de Antofagasta, pero desde anoche tuvo que volver a ocupar en sus shows a su primera culebra: Raptor.

Datos reunidos por el diario pop indican que tras entregarle la serpiente a su dueña, los detectives dejaron en libertad a la bailarina.

Según se informó, la bicha fue ingresada al país desde Ecuador y mantiene todos sus papeles en regla.

Tras ser separada de Belladona, la bella siberiana comentó que no sólo la echará de menos en sus espectáculos nocturnos, sino también en su cama.

“Era mansita y en la noche ella y Raptor se acostaban conmigo. Yo acostumbro a dormir desnuda, así que aprovechaban de arrastrarse por mis pechos y mis piernas. Me provocaba mucho placer dormir con ella”, dijo Kitty a La Cuarta.

El bombón de la melena bicolor dijo que no se echará a morir y confirmó que regresará a las pistas con su primera culebra, aunque apenas mide 80 centímetros.

“Voy a echar mucho de menos a la boa que me quitó la policía porque era grande, larga y juguetona”, dijo la tierna Kitty.