El agudo olfato policial de los verdes de la 41ª Comisaría de La Pintana echó al agua a una banda de siete rateros que se coludió con un guardia de seguridad para chorearse una millonada en maquinarias y herramientas desde una villa en construcción, la que era "cuidada" por el gato de carnicería.

Durante un patrullaje de rutina por las calles de la comuna, los uniformados llegaron de madrugada hasta el proyecto habitacional "Mi Gran Ilusión", en la intersección de avenida La Serena con Observatorio, donde se levantan casitas para familias que actualmente viven en campamentos.

Al entrevistarse con el supuesto portero de la constru, para cachar si todo estaba en orden, los carabineros quedaron súper cachudos porque nunca lo habían visto ni en pelea de perros.

Al apurarlo con más preguntas, los polis quedaron aún más metidos con el presunto empleado, porque al gil le empezó a tiritar la pera y contestaba puras cabezas de pescado.

Como el muy mula cachó que estaba metiendo la cabeza al guáter en el interrogatorio policial, y ni siquiera sabía dónde estaba el libro de visitas que ingresaron a la obra, de puro urgido fue a buscar a su "colega".

"Este segundo sujeto, quien efectivamente estaba contratado como vigilante por la empresa constructora, tampoco supo dar respuestas satisfactorias a nuestro personal y cayó en varias contradicciones con el primer individuo entrevistado, por lo que Carabineros ingresó a revisar el recinto", explicó el capitán Luis Sequeida.

Cuando los verdes echaron un ojo en las obras encontraron un toco y un camión tres cuartos cargaditos de betoneras, taladros, pulidoras, y una cachada de implementos avaluados en casi 10 millones de pesos.

En la misma inspección los polis descubrieron al capataz de la obra y a un guardia, de los de verdad, amarrados y en paños menores.

Tras el operativo, los uniformados detuvieron a Eduardo Antonio Molina Ruiz (21) y al guardia Alejandro Esteban Fuentealba Cuevas (23), quien, según el encargado de seguridad de la empresa, llevaba menos de una semana en la pega de vigilante.