El pasado lunes fue uno de los días más importantes para Carolina Muñoz, una joven de Curicó que fue dada de alta a sus 31 años, tras estar 17 años internada en el Hospital local.

En 2003, Carolina se encontraba junto a su "pololo" en el barrio donde vivía, cuando recibió un disparo por parte de un vecino, el cual pensaba que estaban ingresando a robar a su hogar.

El impacto terminó arrebatándole la adolescencia a la joven, que en ese entonces tenía 14 años. Una lesión medular la dejó tetrapléjica y con dependencia de ventilación mecánica permanente.

De inmediato, la joven fue dirigida hasta el Hospital de Talca, a la Unidad de Pacientes Críticos. Luego de eso fue derivada al Hospital de Curicó, recinto que debió dejar en 2010 producto de los daños que sufrió el edificio por el terremoto.

Sin embargo, las cosas fueron mejorando para Carolina. En 2015, su evolución comenzaba a ser positiva y el hospital curicano volvía a estar en condiciones de recibirla. Tres años después, y gracias al apoyo del Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM), la joven terminó su enseñanza media.

La despedida

No fue hasta esta semana que el momento más esperado por Carolina y su familia llegó. Gracias a aportes del Estado, la familia logró adaptar un departamento que cubrirá todas las necesidades para Carolina. Ahora podrá compartir de un ambiente fraternal junto a su madre y hermana.

Los profesionales del recinto, realizaron una emotiva despedida en el centro asistencial, entregándole recuerdos para que la joven nunca olvide con quienes compartió una largo lucha.