Roberto Garrido tiene una versión de primera mano sobre el hecho que provocó la muerte de su hijo: "El asesino (el poncio Iván Marcelo Contreras Vásquez, alias "El Chelo") le hizo proposiciones homosexuales a Víctor. Él, me han contado sus amigos, le respondió que era tolerante en esa materia, pero que exigía respeto por su propia opción. Fue entonces cuando el tipo trató de besarlo. Víctor huyó y el sujeto lo alcanzó y apuñaló", explica Garrido.

Luego de interrogar a los miembros de las "tribus urbanas" que se habían reunido en la Plaza Uruguay en la noche del crimen, los detectives detuvieron a Iván Contreras (19), quien fue formalizado por homicidio simple.

Posteriormente la policía accedió al video de una cámara se seguridad del sector que muestra cómo fue rematado Víctor Garrido.

Las imágenes permitieron identificar al autor del botellazo. Resultó ser Simón Moyano Fernández (19), quien al verse funado por el video, se entregó a Carabineros, que lo puso a disposición de la Fiscalía Oriente.

Las mismas tomas sirvieron para capturar y formalizar por homicidio a otros dos miembros de la patota de buenos para nada, M.P.H. y F.S.E. (17).

Fernando, el padre de uno de estos últimos detenidos, le restó importancia al brutal asesinato.

"Eso le puede ocurrir a cualquiera... uno está peleando, se cae y le pegan en el suelo. Las peleas son así", dijo el papacito.