Olvídate del flash: en las fiestas predomina el ambiente oscuro, por eso esta opción no es recomendable, ya que la particularidad de ella es entregar una luz más "dura". Para Halloween la idea es fotografiar todo aquello terrorífico, el flash no permitirá eso. Lo mejor es evitarlo y aprovechar las luces de unas velas o la luz natural de la luna llena.

Balance de blancos: muchos dispositivos permiten ajustar esta forma, por lo que modificarlo cuando haya mucha luz o esté demasiado oscuro ayudará a disminuir que las fotos se vean azuladas, sin perder la magia de Halloween.

Practicar: aunque pueda sonar obvio, nunca está de más recalcarlo. Siempre ayuda hacer pruebas antes con cada uno de los modos y ajustando los diferentes balances en distintos lugares para capturar la foto perfecta y también dependiendo del disfraz que se elija para la fecha.

Modo retrato: Actualmente las cámaras de los teléfonos móviles presentan el Modo Retrato, que ayuda a enfocar aún más las imágenes, sobre todo para darle ese toque más "profesional". La gracia de usar esta función, es que difumina el fondo, dejando más nítida a la persona. Por eso es una de las mejores formas de resaltar ese disfraz que tanto costó hacer.