El río Nilahue ha sido protagonista tras la erupción del Cordón Puyehue-Caulle, ya que sus aguas se han visto invadidas por material volcánico, que incluso ha incrementado su temperatura. Pero testigo de este evento es quien por años ha sido su "cuidador", Isaías Vásquez.

Es un lugareño que vive desde hace más de 50 de sus 64 años en el sector y que ya lleva tres erupciones de volcanes en el cuerpo.

Cuando era cabro chico le tocó la erupción del Volcán Carrán, luego vino el guaracazo del Volcán Mirador y ahora el cordón del Caulle. Éste lo pilló por sorpresa, ya que a diferencia de los otros, no avisó.

"Esta erupción no trajo cenizas como otras veces, aunque se ha ido para el lado argentino. El  mayor daño en la zona es la contaminación en las aguas de los ríos, es mucha", explica con conocimiento de causa.

Con propiedad en el tema habla el tatita, ya que trabaja sacando las muestras de las aguas del río Nilahue cuando no llegan los expertos a hacerlo. Hace estas muestras en las mañanas y en las tardes, por lo que sabe muy bien del tema.

"El color de las aguas era plomo, ahora es café muy oscuro y con mucho material piroclástico que corre por ella", indicó.

VALIENTE

No quiso dejar su hogar, ni menos su pega de sacar las muestras de aguas todos los días, sobre todo ahora que es muy importante el tenerlas.

Su familia la conforman seis personas, pero todos se fueron a albergues, pero él se quedó.

"Es muy difícil dejar nuestras cosas y nuestros animales, porque es el esfuerzo de toda una vida" , aunque dice tener claro que si el volcán se pone muy chúcaro deberá apretar cachete.