Vicios, flojera y malas juntas moldearon alma negra del "Chacal de Licantén"

Nibaldo Danilo Soto Naranjo (34) era un buen hombre y vecino amable que no tenía problemas con su familia ni nadie.
Su parentela y ex pareja coinciden en que mientras vivió en la comuna de Licantén, en la Séptima Región, siempre fue trabajador y educado.
Sin embargo, cuando se fue a laburar a Curicó, las malas juntas lo convirtieron en borracho profesional, en un choro sin respeto y un gandul bueno para nada que incluso estuvo vinculado a la violación de una menor.
Pero también se transformó en un ser maligno cuyo mal genio lo llevó a asesinar a su anciana madre y a lanzar el cuerpo al fondo de un pozo séptico ubicado en la casa de la propia víctima.
SE PASÓ
El espeluznante crimen de María Margarita Naranjo Muñoz, de 64 años, ocurrió el pasado 1 de noviembre, cuando "El Chacal de Licantén" viajó a visitarla.
El propio criminal dijo a la policía que ese sábado estuvo con su madre en la casa de una vecina, tomando borgoña hasta aproximadamente las 11 de la noche.
Después que se tragó hasta la última fruta del brebaje, Nibaldo Soto regresó a casa con su madre, pero la noche no terminó bien.
PREPO
Afectado por el copete, el mal hijo no aguantó que la mujer que le dio la vida lo retara por sus roterías y malas conductas, y no sólo le respondió y la encaró, sino que también decidió matarla.
Fue así como el canalla salió enfurecido al patio, pescó un hacha y con el canto posterior al filo le pegó en la cabeza a su mami.
Debido a la violencia del trancazo, María Margarita sufrió una herida en el cráneo de 10 por 10 centímetros, que le causó la muerte en forma inmediata.
Para ocultar el horroroso crimen, el infeliz arrastró el cuerpo de su madre hasta un pozo negro ubicado a 3 metros de la vivienda, donde lo tiró y tapó con tierra, basura y ropas viejas.
"El Chacal de Licantén" luego se encargó de limpiar todas las evidencias del asesinato, durmió la mona y al día siguiente, con una carepalo terrible, regresó a Romeral, donde estaba trabajando como obrero agrícola.
ESTÁ PASADO A PERPETUA...
La misteriosa desaparición de María Margarita empezó a afligir a sus otros hijos y nietos.
En medio de la angustia familiar, el viernes 7 de noviembre el criminal volvió a viajar a Licantén y, para no seguir despertando sospechas, fue con un sobrino a Carabineros y presentó carepalo una denuncia por presunta desgracia.
Por lo mismo, el fiscal jefe de Licantén, José Alcaíno, ordenó a funcionarios de Carabineros que revisaran la casa de la víctima. Entonces fue que los policías entraron a la vivienda con el propio Nibaldo Soto (en la foto) y hallaron 20 maceteros con marihuana. Durante la inspección, los carabineros también detectaron la presencia del pozo séptico por la tierra removida.
Ese hecho llevó al fiscal a ordenar la excavación del foso. Carabineros del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope) empezaron a cavar el hoyo el jueves pasado y ese mismo día encontraron el cadáver de una mujer de 1,51 de estatura y de 80 kilos de peso. Luego se comprobó que era la madre del "Chacal de Licantén".
Tras ser detenido, el desgraciado le confesó todo al fiscal, igual que a su ex pareja, Fresia Soto, quien lo fue a ver a la cárcel. "Mi mamá me tenía aburrido", le dijo a la mujer, sin muestras de arrepentimiento.
Nibaldo Soto el viernes fue formalizado por parricidio, delito por el que podría ser condenado a presidio perpetuo.
"MARÍA MARGARITA NO MERECÍA MORIR ASÍ"
bn La pobre María Margarita era una madre esforzada, ya que después de enviudar se dedicó a vender delantales que ella misma hacía para sacar adelante a sus seis hijos, incluido al miserable que le arrebató la vida.
"Recorría a pie los cerros y valles de las comunas de Licantén y Hualañé para vender sus delantales y otros matutes. Siempre fue una mujer buena y luchadora", dijeron a La Cuarta sus vecinos.
La anciana vivía sola, pero en el último tiempo andaba muy contenta porque su nieta Laurita, de 2 años, hija de Nibaldo, se iba a ir a vivir con ella.
Fresia Soto dice que no sabe cómo su ex marido pudo matar a su madre. "Mi suegra siempre lo apoyó mucho... incluso lo fue a ver cuando estuvo preso seis meses por lo de la violación... ella nunca dejó de ir a visitarlo... fue una buena madre".
Fresia agregó que la víctima "estaba muy contenta porque había logrado juntar 100 mil pesos para llevarse a vivir con ella a mi hija Laura, que está en un hogar".
La mujer tuvo tres hijos con Nibaldo Soto: De 3 años, 2 y una guagüita, que también era la adoración de María Margarita.
Una de las hijas de la fallecida, Jacqueline, recordó a su madre como "una mujer muy trabajadora. Ella hacía de todo para que no nos faltara nada. Tenía más vida que cualquier persona de su edad. Nunca sufrió un achaque, ni siquiera cuando salía a los cerros a vender sus delantales".
Añadió que María Margarita "era la única que podía controlar el mal genio de Nibaldo, así que no sé qué fue lo que pasó esa noche. Lo único que sé es que ella no merecía morir de esa forma".
P. Riquelme/C. Godoy
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