"Esto no es entretenido, esto es muy doloroso para una familia y muy destructivo para un hombre joven que empieza la vida", alegó el ex senador Carlos Larraín en un contacto con el Matinal de La Red a propósito del veredicto de la justicia en contra de su hijo, Martín,  por el atropello y muerte de Hernán Canales, en septiembre del 2013.

El político que se envenada con cada consulta de los panelistas del programa, explicó que en el tribunal de Cauquenes "no se habló de estado de ebriedad porque (su hijo) no estaba ebrio, conducía porque no estaba ebrio".

Y para apoyar esta postura pataleó porque se ha dicho ni una palabra por la condición de ebriedad del pobre hombre que murió en el accidente que tenía 2,43 unidades de alcohol en la sangre, con lo cual estaba al borde de lo que se llama coma etílico".

Reclamó que tampoco "se menciona la condición de los dos testigos que lo llevaban del brazo y de los cuales se zafó y se tiró a la pista."

Además, argumentó que nadie considera que el vehículo que conducía su hijo es un jeep del año '80, "no estamos hablando de un jeep ondero, así sabes tú llegó el campeón de las playas. Andan muy lentos esos jeep y son muy pesados, muy destructivos y eso es lo que le pasó al pobre hombre que murió...que lo reventó el jeep", justificó el ex presidente de RN.