Wanderers despertó y le funó la fiesta Everton en su casa

Un partidazo con un marco cornetoide. Así se puede resumir la entretenida mocha que animaron Everton y Santiago Wanderers en Sausalito, pues las seis mil personas que llegaron al estadio (todo público local por la prohibición del ingreso de visitantes) disfrutaron de un movidito empate a dos goles.

Una de las frases hechas más manoseada es que el partido fue "de un tiempo para cada uno", sin embargó el cliché aplica perfecto para el clásico porteño y que tuvo a los locales roncando en la primera pata. Iban sólo 5 minutitos cuando Raúl Becerra abrió la cuenta y fue él mismo quien estiró a 39' después de un rebote de Gabriel Castellón. Los oro y cielo paseaban con cuática a su archirrival hasta que el pitazo de entretiempo salvó a Wanderers.

Ese descanso más el focazo de Eduardo Espinel en camarines despertó a los loros, que además vieron en el ingreso de Luis "Larry" Valenzuela a su salvador.

Y es que el ex O'Higgins se echó el equipo al hombro, puso el descuento a los 53' y celebró con todo el 2-2, con un pepón de Mario Parra, que de paso significó siendo el marcador definitivo.

"Fue un partido complicado. Nos sorprendieron con dos goles pero hablamos en el entretiempo que no nos podíamos quedar así y se hizo. Siempre tuvimos actitud pero nos faltó concentración y por eso el segundo tiempo salimos con todo y se nos dio. Pude marcar, después logramos empatar y pensamos que podíamos ganarlo, pero así es el fútbol", tiró "Larry" Valenzuela, mientras que Pablo "Vitamina" terminó muy podrido.

"Me voy molesto, caliente y preocupado. Irse al descanso 3 a 0 es un lujo que no muchos se dan y no pudimos sostenerlo. Por el contrario metieron el descuento  y llega ese golazo para empatar. Después se hizo un partido feo que pudieron ganar ellos o nosotros, pero terminó en un partido feo", cerró el deté de Everton, en un resumen perfecto de lo que fue el partido.

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