Ricardo Montoya Torres (62) vive en el cerro Cordillera, en Valparaiso, y para llegar a su hogar tiene que bajar una larga escalera. Esta sencilla acción era toda una odisea para él, ya que el hombre quedó inválido hace dos años producto de un cáncer a la columna.

Cansado de depender de la ayuda de los demás cada vez que quería entrar o salir de su palacete en su silla de ruedas, Montoya, quien vive junto a su señora y dos de sus seis hijos, ideó un innovador sistema : Creó su propio ascensor.

El hombrón, quien fue uno de los mejores soldadores al oxígeno de Valpo, instaló el elevador en el acceso a su vivienda. La pega la hizo hombro a hombro con sus hermanos .

"Yo lo diseñé en momentos que me vi con mucho tiempo y mi cabeza empezó a cranear la idea. Como fui soldador en las Fuerzas Armadas pensé que con la ayuda de mis hermanos podría instalar este ascensor fuera de mi casa", explicó el visionario.

FAMOSO

El soldador y sus ayudantes buscaron fierros, cadenas y poleas hasta que lograron la construcción de la estructura, que terminaron el año pasado. Ahora el ingenioso porteño  se demora unos 5 minutos en subir los dos metros y medio que separan su casa de la calle.

"Los niños me gritan cosas o me esperan para verme cuando estoy subiendo. Hasta los micreros me saludan y me levantan el dedo índice cuando pasan por afuera. Realmente esto me ha cambiado la vida", contó.

Sin embargo, ahora el objetivo del "ingeniero" es que su elevador tenga motor, pero confiesa que no tiene los recursos ni los conocimientos para poder hacerlo.

"Pensé en utilizar un motor de lavadora, pero es muy difícil. Ojalá alguien pudiera ayudarme, ya sea el municipio de Valparaíso o un privado de buen corazón", verseó el incansable creador que no para de estrujarse la sesera.

De hecho, aprovechó el vuelito y habilitó diversos accesos en su casa para poder andar en su silla de ruedas.

F. Bonifaz/ P. Robledo