Una de las máximas glorias del fútbol brasileño y de Flamengo, Zico, destapó la olla y contó la verdad de la final de la Copa Libertadores de 1981 entre su club y Cobreloa.

El ex futbolista carioca reveló que el defensa chileno Mario Soto jugó todo el encuentro con una piedra en la mano y agredió a varios jugadores, mito que durante años había rondado la historia del fútbol chileno y brasileño.

En 1981, el ganador de la copa tuvo que definirse con un tercer partido que se jugó en Montevideo y para Zico fue uno los encuentros inolvidables de su carrera.

"Esa final de la Libertadores fue el partido que más marcó mi carrera no porque hice dos goles, sino porque era, hasta entonces, el título más importante de Flamengo. Y por otro motivo: la final contra Cobreloa fue la victoria del fútbol sobre la violencia", dice el ex crack al diario Estado de Sao Paulo.

"Estuvo también esa famosa historia de la piedra de Mario Soto. El jugó con una piedra en la mano y le dio pedradas a varios jugadores de nuestro equipo", reveló Zico.

"Lico y Adilio salieron del campo con el rostro ensangrentado. Lico ni siquiera pudo jugar el tercer partido. Además de eso, Junior casi se fue preso al final del partido, una cosa horrorosa", recuerda el mundialista.

"Pero la final fue peor. El primer partido fue tranquilo, le ganamos a Cobreloa en el Maracaná. Pero el segundo partido fue un horror. El clima era terrible y no ganamos porque el árbitro (Ramón Barreto, de Uruguay) nos perjudicó: cuando nuestro equipo llegaba al área, él inventaba una falta", añadió.

Zico confesó que en el tercer partido de definición y cuando el Fla ganaba fácilmente, el deté Paulo César Carpegiani mandó a la cancha a Anselmo con un solo objetivo: hacer pagar a Mario Soto.