Arley Méndez, el pesista cubano de corazón chileno

A los 19 años, Arley Méndez viajó a Chile para defender a a Cuba en el Panamericano Juvenil de Halterofilia 2013. Aburrido de las penurias que vivía en la isla, desertó de la delegación, decidió quedarse en nuestro país y se fue a vivir a Iquique.

Poco a poco y mientras seguía entrenando para cumplir su sueño de ser levantador de pesas, se fue encantando con nuestro país y la gente que le daba su cariño sin nada a cambio. Por ellos y el sentimiento de amor por Chile, Arley se juramentó defender la bandera y llevar los colores hasta lo más alto del deporte olímpico.

Como estaba indocumentado no pudo salir a competir al extranjero, pero dentro de nuestro país comenzó a destacarse y a demotrar que estaba hecho de metal. Uno con olor a tabaco, azúcar morena y melaza, pero con pebre, sopaipillas y empanadas.

Ese compromiso, atributos y ganas de defender a Chile llegaron hasta el Senado con un proyecto de ley para nacionalizar a Arley Méndez. Si bien el trámite se demoró, en mayo del 2017 y por 27 votos a cero, los honorables le dieron el sí al nacido en Pinar del Río.

De ahí en más, teniendo RUT, pasaporte, pareja e hijo chilenos, Méndez empezó a pavimentar el mejor año de su carrera que hasta ahora lo tiene ilusionado con el sueño olímpico.

En su categoría de 85 kilos, Arley comenzó a levantar cada vez más. Eso hasta que llegó noviembre y los Juegos Bolivarianos disputados en Colombia. Ahí logró tres medallas de oro con un total de 382 kilos, una marca que hubiese sido medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Traspié

Aunque después de esa alegría, la organización de los Bolivarianos acogió un reclamo de los venezolanos, ya que las bases de los Juegos exigían que Arley llevara más de una temporada compitiendo por Chile para participar. Fue el primer traspié para el cubano-chileno, que fue despojado de sus podios, aunque su marca le sirvió para clasificar al Mundial de Estados Unidos y nunca devolvió las preseas. "Todavía están en el living de mi casa", dice.

En California, Méndez levantó 175 kilos en arranque, 203 en envión y totalizó 378 kilos en total olímpico, siendo el mejor de su categoría y levantando su primer campeonato planetario. Un oro que le reafirmó que podía pensar en grande y comenzar a trabajar de forma perseverante la ruta al podio de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

A fines del 2017 tuvo el reconocimiento del medio y el Círculo de Periodistas Deportivos lo distinguió como el "Mejor de los Mejores" del año, siendo el primer nacido en el extranjero que ganó el "Cóndor de Oro" en 63 años.

Y ayer en los Panamericanos de Halterofilia de Santo Domingo en República Dominicana, Arley nuevamente se vistió de dorado levantando 381 kilos en total olímpico, con 170 kilos en arranque y 211 en envión, rompiendo dos récords sudamericanos y alcanzando la clasificación a los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

El próximo desafío del chileno-cubano son los Odesur de Cochabamba en Bolivia el próximo lunes 28 de mayo, donde intentará batir sus propios récords y mostrarse como la principal carta chilena del ciclo olímpico.

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