Arturo Vidal sacrificó sus vacaciones. Tras una extenuante, pero exitosa temporada en Barcelona, el volante decidió encabezar la búsqueda del tricampeonato y hoy es uno de los líderes indiscutidos del camarín de la Roja.

Ni siquiera el amor por su nueva novia, Sonia Isaza, lo hizo pensar en renunciar a la aventura brasileña. Por lo mismo, le pidió a todos sus seres queridos que lo acompañaran a la tierra de la samba y la respuesta fue inmediata: todo su círculo está en el "país mais grande do mundo" y suman 19 adultos con tres niños.

Grupo que se traslada en avión a casa sede y se aloja en los mismos hoteles cinco estrellas que ocupa la Roja. Para que saque un cálculo, sólo en tickets aéreos la cuenta ya va en 23 millones de pesos y los alojamientos suman un poco más de 40 guatoncitos.

Como los desayunos están incluidos en el alojamiento, sólo resta cubrir las dos comidas que siguen y ahí se puede gastar hasta 400 mil pesos diarios (y ya llevamos 22 días).

Otro tema a cubrir y quizás el más importantes es la ida al estadio. El King no quiere que nadie lo vea por tevé y para ello, hay que adquirir 22 boletos por encuentro. En los tres compromisos de la fase de grupo, cada entrada costaba 62 mil pesos y este viernes subió a 70 mil. O sea, 5,8 millones de pesos.

Si a eso se le suma que un viaje promedio en Uber por estos lados es de 14 mil pesos por viaje (debido a la distancias y los tacos) y hay que pedir 6 autos si todos quieren ir a algún lado, la cuenta aumenta considerablemente. No obstante, esa no es la única manera de viajar. Recordemos que a su amada le arrendó un helicóptero para que se trasladará del aeropuerto al hotel en Sao Paulo.

Pero todo esto no le importa nada al "8" de los nuestros. Lo dijo desde el primer día, lo más "difícil" sería estar encerrado todos días y para que la rutina no lo agobie, se junta con todo el choclón cada vez que el profe Rueda le da permiso.

Así sucedió en la previa de cuartos de final, donde se le pudo ver a los arrumacos con Sonia y de regaloneos con su mamá Jacqueline. Algo que todo el dinero del mundo, no puede comprar.