Si bien algunos creen que "el que sabe, sabe, y el que no, es jefe", la mayoría de las veces no se cumple aquello. ¿Un ejemplo? Ivo Basay en Palestino. Tal cual, pues el DT llegó a La Cisterna con la misión de salvar a los tetracolores del descenso, pero no conforme con eso, ganó la Copa Chile y acaba de meterse en la fase de grupos de la Libertadores.

¿Qué hizo para lograr dicha evolución? Pese a su fama de malas pulgas y ha haber estado tres años sin pega, el "Hueso" le lavó la cabeza al plantel y ha recibido el reconocimiento de los jugadores y de sus colegas, como el albo Mario Salas. "Sólo alabanzas para lo que ha hecho el cuerpo técnico. Es un mérito tremendo", contó.

César Cortés, en tanto, explicó que "Ivo ha sido fundamental, llegó en un momento complicado. Asumió de forma simple, nos impregnó el carácter que mostramos en la cancha, corrigiendo algunas cosas. Eso y otros detalles, como el aporte de los dirigentes, nos ha llevado a lo que somos hoy".

- ¿Cómo es la relación con el DT? Nunca tuve la oportunidad de compartir con él en otros camarines. Nos transmite sus vivencias, ayuda bastante. Es cercano, pero a la vez exigente. Eso nos permite elevar el rendimiento, sacar lo mejor de cada uno y rendir al límite. Hay que tocar las teclas justas en los momentos precisos.

- Tienen el respaldo de todo el país... Sí, el de Palestina también y de quienes están con la causa. En Chile se ha dado algo especial, pareciera que somos un club transversal.

- Menos mal que Jiménez se quedó. Es el capitán, gran compañía dentro y fuera de la cancha, nos eleva el nivel. El plantel en general es de calidad. Se recortó el número de jugadores y los refuerzos que pidió el cuerpo técnico fueron los precisos para venir a jugar y ser competitivos. No trajeron jugadores sólo para estar en la banca.