En Wanderers no podían creer la derrota que les encajaron en su cancha. Luego de haberse ido al descanso ganando 1-0 y con un jugador más, no supieron manejar el partido, por lo que la autocrítica fue bien dura.

Para Miguel Ramírez, lo de ayer coronó "una semana de mierda, fue la guinda de la torta, pero el responsable soy yo", quejándose por no contar con gerente deportivo ni jefe en cadetes.

Autocrítica

En tanto Juan Pablo Miño señaló que "las expulsiones de ellos nos perjudicaron a nosotros y eso no puede ser, nos faltó inteligencia y jerarquía, es impresionante".

Luego continuó con el harakiri: "Los detalles nos están pasando la cuenta. Teníamos en la mano estos puntos. Perdimos el orden, quisimos ir a hacer el 'tercer gol' cuando teníamos el primero, eso fue lo incorrecto".