CM Punk sufrió una grave lesión y confirma que se perderá Wrestlemania: “Siempre habrá un próximo año”

CM Punk se perderá la vitrina de los inmortales.

El Chicago Made sufrió un desgarro de tríceps y estará entre cuatro y seis meses alejado del cuadrilátero.

En un negocio como éste, donde todo es cuidado al más mínimo detalle para entretener y que parece ser menospreciado por los deportes de contacto —en especial por sus seguidores, que cuestionan el guión y las luchas coreografiadas—, pocas cosas son tan reales como la reacción del público frente a ciertos estímulos. Puede ser la victoria de su luchador predilecto o la ejecución de alguna secuencia que supone mayor riesgo o espectacularidad. Pero, esencialmente, está esa alegría en clave de gritos cada vez que reaparece/interviene/debuta alguien a quien no se esperaban. Es lo que sucede cuando se presenta en alguna arena The Rock, hijo pródigo del mundillo.

Funciona, en algún sentido, como un termómetro capaz de medir la relevancia de las superestrellas. Si no, es cuestión de mirar el retorno de CM Punk a WWE el pasado noviembre en Survivor Series y, claro, la reacción, esos gritos. El denominado Best in the world volvió casi una década después a la empresa que lo despidió el día de su boda y a la que juró en todos los tonos no volver.

Un acuerdo relámpago, para los sitios especializados una quimera, que tenía un claro propósito: colar al de Chicago en alguna de las luchas estelares del próximo Wrestlemania y darle acaso un final feliz a una historia que había acabado muy, muy mal.

No por nada Punk fue protagonista del último Royal Rumble, redebutando en el cuadrilátero como número 27 de la batalla real y aguantando hasta el careo final. Allí se proclamó ganador Cody Rhodes, tampoco una sorpresa porque no trastocaba los planes iniciales. El recién llegado de seguro sería emparejado contra Seth Rollins para disputar el World Heavyweight Championship.

Pero las alarmas se encendieron el lunes por la tarde, a unas horas de comenzar el episodio semanal de Raw. El sitio Wrestling Observer reportó que en el Royal Rumble CM Punk había sufrido una lesión que muy probablemente lo sacaría de acción por entre cuatro y seis meses. Y al rato se supo que se trataba de un desgarro de tríceps como consecuencia de recibir mal un movimiento de Drew McIntyre.

Emocionado, en la apertura del show del lunes por la noche, el luchador salió con un cabestrillo a comunicarle a la gente lo que ya muchos adivinaban: se perderá Wrestlemania. “Me emociona, y pelearé por llegar a ese escenario. Eso me hace The Best in the World. Ser el mejor es pelear por lo que sueñas. WrestleMania XL quizás no esté en las cartas, pero como buen fan de los Chicago Cubs debo decir que siempre habrá un próximo año”, se desahogó, antes de ser atacado por su victimario, McIntyre, para cerrar el segmento y darle pie a una nueva rivalidad a su regreso.

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