La jornada bombástica comenzó ayer al mediodía en Macul, cuando a Harold Maynne-Nicholls le faltó sacar desde adentro de una torta a Vanessa Arauz, a quien trajeron desde Ecuador para que se haga cargo del primer equipo femenino de los albos.

Aunque a usted no le suene ni en pelea de perros, Arauz fue un verdadero golpe a la cátedra, gracias a su carné de identidad. Esto, porque a pesar de sus 30 años tiene experiencia dirigiendo a la selección de Ecuador en el Mundial Femenino de la FIFA 2015.

En ese momento era tan guagua, que le permitió a la estratega ganarse un reconocimiento en el Récord Guiness como la entrenadora más joven en dirigir en un Mundial de la FIFA, tanto femenino como masculino.

La ex mediocampista de Emelec hizo sus primeras armas cuando fue asistente técnico en la selección femenina desde el 2011 hasta el 2013, cuando pasó a ser la jefa máxima de "La Tri". También consiguió subir a su combinado patrio al podio de premios en los Juegos Bolivarianos de 2017, disputados en Colombia, cuando sus dirigidas consiguieron la medalla de plata.

Pecho de paloma

A la hora de las presentaciones, Maynne-Nicholls reconoció que no fue fácil dar con Arauz, ya que en un principio se buscaron entrenadoras del medio local, pero ninguna logró convencer al exquisito paladar de la dirigencia del Cacique.

Por eso tuvieron que poner los ojos fuera del país, donde se encontraron con la dueña del récord Guinness. Además, añadió que: "Nuestro proyecto de fútbol femenino es sumamente ambicioso, además, aspiramos a tener 24 jugadoras en el plantel femenino para el 2020 y todas van a tener contrato, no solo algunas".

Ahora, la "pequeña maravilla" tendrá que poner todos sus esfuerzos en buscar el mejor rendimiento de sus dirigidas para dar pelea en el campeonato nacional y en la Copa Libertadores, la que se realizará en Chile.

"Estamos armando un plantel muy competitivo, conformado por jugadoras locales y extranjeras y será una sorpresa muy grande cuando las presenten", prometió la ecuatoriana.