Qué lujo seguir disfrutando a Yeferson Soteldo en el fútbol chileno. Después del extraordinario 2017 del hábil delantero venezolano, era difícil imaginar que seguiría por acá. Considerando que parece imposible competir con ofertas de mercados como México, la gestión Azul Azul merece un aplauso. Logró seducir a un jugador de moda, en alza y con proyección… Cualidades que no abundan entre las incorporaciones que por estos días hacen noticia en nuestro fútbol.
La gran carta para convencer a Soteldo (a su representante, en rigor) fue la vitrina que le puede entregar al delantero jugar la Copa Libertadores… y es acá donde se empieza a complicar la cosa. Porque una cosa es jugar la Copa y otra es ser verdadero protagonista. Y las señales futbolísticas que entregó la U en el segundo semestre del 2017 no son para ser optimistas, precisamente.
En la segunda parte del año, el equipo de Hoyos falló en todos sus grandes desafíos. Se fue goleado del Monumental, perdió la final de Copa Chile y no le pudo seguir el tranco de Colo Colo en el Torneo Transición. La historia pudo ser peor incluso, pero las actuaciones individuales de Pinilla y Herrera sostuvieron a una U que atacaba poco, defendía mal y que terminó el año con más dudas que certezas.
Por eso es válido preguntarse si Soteldo podrá lucirse en la Libertadores y cumplir su sueño de llamar la atención de un equipo grande de Europa. Si encontrará en la U el entorno necesario para marcar diferencias como en Huachipato.
En teoría, por sus características de delantero periférico hábil, rápido y encarador, el venezolano parece ser el complemento perfecto para Pinilla y un nombre adecuado para reforzar un equipo que se quiere tomar en serio la Copa.
El asunto es saber si le sirve a Guillermo Hoyos, si es coherente con su plan fútbolistico. Porque si la U quiere jugar la Copa como terminó el 2017, al pelotazo y que Pinilla se las arregle como pueda, Soteldo no podrá marcar grandes diferencias.
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