El viernes recién pasado, en una noticia que sacudió al mundo deportivo, Dani Alves fue detenido en Barcelona, España, acusado de un delito de agresión sexual. La titular del juzgado 15 de la ciudad catalana decretó entonces prisión preventiva y sin fianza para el futbolista brasileño, que en cuestión de horas fue trasladado al centro penitenciario Brians 1, ubicado en Sant Esteve Sesrovires.

Sin embargo, al cabo de tres noches allí, el otrora lateral derecho del Sevilla, Barça, Juventus y la Verdeamarela volvió a ser transportado. Concretamente, Alves ahora se encuentra en Brians 2, prisión vecina, que destaca por sus celdas mejor equipadas, pensadas para “una mejor convivencia”, según mencionan los medios españoles.

El brasileño yace en el módulo 13, junto a otros presos por delitos contra la libertad sexual, a la espera de que avance su investigación. Mientras, compartirá celda con otro recluso. La idea es que esté acompañado para “superar la sensación de angustia y estrés que puede causar entrar en prisión”, destacó el periódico La Vanguardia.

¿Cómo es la celda de Alves?

Brians 2 se abrió hace 16 años en Sant Esteve Sesrovires. Al contrario de su vecina, su filosofía arquitectónica pretende que “los internos dispongan de un primer espacio de referencia, que es el conjunto del módulo residencial” y que la celda actúe “como espacio más íntimo”, de acuerdo a la definición que entrega la Generalidad de Cataluña.

La construcción se divide en 14 módulos residenciales, cada uno de ellos dotado de tres plantas y 72 celdas. Hay, además, otros dos módulos ideados para “perfiles determinados”. Cada módulo, por cierto, cuenta con consultorio médico, talleres ocupacionales, comedores y peluquería, entre otros servicios.

Las celdas, como se mencionó anteriormente, pueden ser individuales o para dos personas, como la que se preparó para Dani Alves. Tal vez su mayor característica, o comodidad si se quiere, es que cada celda proporciona su propia ducha. Es decir, el brasileño evitará las duchas comunitarias mientras esté tras las rejas, un aspecto fundamental para la administración, que buscaba evitar a toda costa que se filtre información sobre el día a día del futbolista.

Brians 2, finalmente, comprende 14 hectáreas y, entre otras instalaciones, ofrece un área de comunicaciones con 40 locutorios, 30 salas para visitas de familiares y otras 30 salas para visitas íntimas, ocho locutorios para jueces y abogados, y dos salas de videoconferencia.

También cuenta con piscina, gimnasio cubierto, biblioteca, un auditorio con capacidad para 250 personas y terrazas para actividades libres.