Una década dedicada a la natación artística le permitieron a Emilia y Renata Garrido, mellizas de apenas catorce años, alumnas del Colegio Mayor de Peñalolén, consagrarse campeonas de Chile en el Campeonato Nacional de Invierno que se celebró entre el 13 y 15 de junio en el Centro Acuático Kristel Köbrich.

El asunto es que su rutina permaneció en duda hasta el final: la noche anterior, ellas, su padre y su hermana mayor, fueron víctimas de una encerrona. Circulaban en el vehículo familiar cuando cuatro delincuentes armados les atajaron en un semáforo y, a punta de pistolas, forzaron a descender. No hubo al menos agresiones físicas, pero ahí estaba: una carga emocional capaz de hacer tambalear a cualquiera.

“Quedaron muy asustadas”, lamenta Alexis Garrido, su padre. “Además, los asaltantes les robaron todo: mochilas, libros del colegio, celulares y sus implementos deportivos. Después de eso, no sabíamos si tendrían ánimo para presentarse a competir”.

Así y todo, decidieron continuar. Después de conseguir prestadas nariceras y lentes —los suyos se quedaron en el vehículo— compitieron, en representación del Club Acuavita, en pruebas individuales, en dueto y por equipos.

“No sé si otras personas habrían competido en su lugar”, se cuestiona aún su madre, Lorena Osorio. “Fue muy fuerte lo que les pasó, pero aun así decidieron competir. Estaban comprometidas con su equipo, con su grupo y con ellas mismas”.

Ya más tranquilas, las deportistas prefieren dejar atrás lo malo y disfrutar su victoria.

“Nos tratamos de concentrar en lo bueno y cuando supimos que ganamos, no podíamos creerlo. Nos miramos y empezamos a saltar de la felicidad”, dicen Renata y Emilia. “Todo el esfuerzo, las horas de entrenamiento y los nervios valieron la pena”.

El sueño de representar a Chile

Con cinco años las mellizas se iniciaron en la natación artística. ¿Su inspiración? Theodora Garrido, su hermana mayor, campeona sudamericana juvenil 2021 y seleccionada nacional en los Juegos Panamericanos de 2023. Registran, además, un breve paso por gimnasia artística y atletismo, disciplinas que les permitieron explorar distintas habilidades hasta dar con la piscina del Colegio Mayor.

“Siempre estamos ahí la una para la otra. Si una está cansada o desmotivada, la otra la anima. Nos apoyamos mucho entre nosotras. Competir juntas nos hace sentir más fuertes y seguras”, aseguran las campeonas.

Su conexión es tal que, por si fuera poco, son capaces de trasladarla a la piscina: “A veces ni siquiera necesitamos hablarnos para coordinarnos en el agua”.

Tras proclamarse campeonas nacionales, Emilia y Renata ya proyectan su próximo —anhelo, sueño— desafío: representar a Chile en el Campeonato Sudamericano Juvenil de Natación, que se realizará en septiembre en Brasil.

Por lo pronto, forman parte de la preselección nacional y luchan por asegurar su lugar.

“Sería un sueño competir allá”, concluyen. “También queremos seguir mejorando como dupla e inspirar a otras niñas a probar la natación artística. Es un deporte hermoso”.