Serena Williams pasó del cielo al infierno en el US Open

Serena Williams tuvo un día de furia que le costó las críticas del mundo del tenis. Todo cuando estaba próxima a convertirse en la jugadora en conseguir más títulos de Grand Slam ante un público que la adora.

Serena Williams es lejos la tenista más quuerida en Estados Unidos. Los casi 20 años que lleva en el circuito de la WTA demostrando su talento, la han hecho acaparadora del cariño de la gente. Un cariño que este fin de semana quedó en entredicho.

La fiesta en Flushing Meadows estaba lista. Serena disputaba la final del US Open contra una principiante Naomi Osaka, japonesa revelación del torneo. Si ganaba, igualaría el récord de Margaret Court, quien triunfó en 24 torneos de Grand Slam. Por lo mismo, el estadio Arthur Ashe se repletó.

Además, sería el primer título de un major que conseguiría luego de ser mamá hace un año de su hija Alexis Olympia. Ya se le había escapado Wimbledon, al perder contra Angelique Kerber.

Williams tuvo una nueva oportunidad este fin de semana. Pero el partido salió de control cuando el juez de silla del encuentro, Carlos Ramos, detectó que su entrenador Patrick Mouratoglou le estaba dando indicaciones en pleno partido, algo que está prohibido en el tenis. "Lo hice, la entrené desde la tribuna, pero es algo que hacemos todos los entrenadores", se excusó el coach tras el encuentro.

Esa advertencia desató la ira de la tenista, que estaba repuntando en el segundo set tras haber perdido el primero. Indignada, apuntaba a Ramos con el dedo y le decía "¡eres un ladrón! ¡Eres un mentiroso! Me debes una disculpa", momento en el cual recordó a su hija: "Soy madre, no puedes decir que hago trampa y que doy ese ejemplo a mi hija", reclamaba tras romper su raqueta.

Su día de furia, ante 24 mil espectadores que le avivaban la cueca, terminó en un duro castigo: el juez le dio por perdido un juego debido al abuso verbal, quedando 5-3 abajo en el segundo set en ese momento.

Ese hecho desencadenó una crítica dura de Williams hacia el árbitro: "Nunca le quitó un juego a un hombre por decirle ladrón. Muchos hombres han dicho eso y no pasa nada. El castigo fue algo sexista y yo estoy aquí luchando por los derechos de las mujeres y por la igualdad de las mujeres y por todo tipo de cosas", indicó en conferencia de prensa.

Esas palabras provocaron el repudio del mundo del tenis, pues consideraron que estaba llevando un castigo deportivo, que fue bien aplicado, a otro terreno.

Serena, siempre muy carismática, prometió volver el próximo año con 37 años a pelear nuevamente el título del US Open. Seguramente con la cabeza más fría, querrá darle una alegría al público que la idolatra.

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