En el año de su Centenario, el Cacique firmó una de sus peores campañas internacionales: último en su grupo, sin victorias, con 8 goles en contra en sus últimos dos partidos y una imagen que arrastra al plantel, la dirigencia y al técnico Almirón a un inevitable juicio.
Un equipo sin ideas, totalmente perdido sobre el terreno de juego y con un nivel tan paupérrimo, que antes del fin del primer tiempo ya estaba desahuciado sobre la cancha. Lo de Colo Colo en Argentina fue un fracaso total. El último golpe en una seguidilla de meses para el olvido.
Con jugadores enfocados en hamburgueserías y casinos en línea, o al menos así pasó con la voz más efusiva dentro del equipo, que prometió en la previa que no habría más derrotas, Colo Colo sumó una nueva caída. Y en los últimos dos meses acumula cinco partidos perdidos (incluyendo una por secretaría), más cuatro empates y solo dos victorias. Ninguna de ellas fue en terreno internacional.
Con clásicos pendientes en el camino, la pena por los hinchas muertos y una celebración de Centenario ensombrecida, el presente negro de Colo Colo cerró con la eliminación temprana de Copa Libertadores.
Y esa despedida pasó antes de la última fecha del Grupo E. Con el equipo hundido en el último lugar. Sin opción matemática de aspirar a un consuelo con la Copa Sudamericana. Simplemente, un desastre total. Monumental. Para no olvidar.
Y este presente contrasta con las ilusiones de comienzos de año, cuando la directiva de la concesionaria clamaba que habían armado un equipo para pelear por la Copa Libertadores. En el año del Centenario, querían dar la batalla, llegar más lejos que en 2024 y buscar la gloria que no se da desde el año 91.
Pero nada de eso pasó y sobre la cancha el desempeño fue completamente lo opuesto. Un empate promisorio de visitante, un partido suspendido que selló el destino, partidos sin hinchas, empates en contra en los últimos minutos y la goleada en Brasil que ya había dejado al equipo mal parado.
Y lo que ocurrió en el Estadio Presidente Perón de Avellaneda simplemente fue la crónica de una eliminación anunciada. Aunque el equipo resistió durante la primera media hora de juego, los últimos 15 minutos del primer tiempo sellaron rápidamente el partido. El experimentado Maravilla Martínez anotó dos estocadas que fueron una estocada fatal en el corazón albo.
A los cinco minutos del segundo tiempo, el 20 de Racing, Santiago Solari, hermano de Pablo, clavó rápidamente el 3 a 0 que borró cualquier expectativa. A esa altura, ya no había por dónde y el juego de Colo Colo así lo reflejó sobre el terreno de juego, mientras los de Avellaneda tocaban y movían el esférico sin mayores problemas.
Por eso a nadie debió sorprenderle que, con un Colo Colo completamente extraviado, Arturo Vidal recibiese una tarjeta amarilla en el camino y luego se ganase una insólita segunda amonestación por un gesto dentro de la cancha. Fue la guinda de un partido que llevará al inevitable análisis sobre la continuidad de Jorge Almirón sobre el banco de un cacique herido, que nunca más llegó con peligro real al arco argentino.
El fin llegó a 10 minutos antes del pitazo del referí, con Adrian Balboa pegando el golpe de nocaut definitivo que concretó un 4 a 0 que marcó sin ningún tipo de complicación ni rival en el camino. Fue la lápida final que cerró el tercer partido perdido con cuatro goles en el arco albo. En sus últimas presentaciones, recibió 12 goles que sentenciaron su futuro en Copa Chile y la Copa Libertadores.
De ese modo, la pesadilla alba llegó a su fin, con una goleada que reflejó la desconexión total entre las promesas dirigenciales, la actitud del plantel y la realidad en la cancha. Colo Colo dice adiós a la Copa Libertadores sin triunfos hasta ahora, pero también sin respuestas y con la peor imagen posible en el año que prometía ser inolvidable. Y si todo sigue así, sin duda ningún hincha albo olvidará este 2025.
La tabla del Grupo E:
1. Racing: 10 puntos (+10)
2. Fortaleza: 8 puntos (+4)
3. Bucaramanga: 6 puntos (-3)
4. Colo Colo: 2 puntos (-11)
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