Criticado por sus nóminas, sus equipos, sus cambios y, desde luego, por sus resultados. Tachado de vago, acusado de faltarle el respeto a La Roja y a su hinchada. Así y todo, no entra en los planes de Ricardo Gareca abandonar su cargo de director técnico de la selección.

Se le pasó por la cabeza, eso sí.

“Tuvimos un momento crítico, que le tengo que agradecer a los dirigentes por el respaldo que he tenido, que fue post Barranquilla”, recordó ahora el “Tigre”, antes del compromiso contra Argentina. Con Barranquilla, apunta al 0 a 4 que el combinado colombiano le propinó a Chile.

Pero después de eso, según Gareca, “hubo un cambio”. Y ese cambio es el que, dice, lo ha hecho permanecer.

“Hicimos una buena llave con Perú y Venezuela (…); el equipo comenzó a mostrar un rendimiento. ¿A qué me aferro yo? A que el equipo empezó a mejorar. El equipo va creciendo en cuanto a rendimiento y creo que eso fue lo que nos sostuvo en el cargo. Los dirigentes entendieron que si bien los resultados no fueron los adecuados, hemos mejorado como selección”.

De ahí su molestia cuando le dicen, o en prensa aparece, que se queda por el dinero.

“Yo si bien defiendo mi contrato, el tema económico no es un problema para mí. Vivo de esto desde que fui profesional, entonces no tengo ese problema. Para mí es lo deportivo. Me sostengo porque soy un profesional, tengo fe”.

Y por si quedaba alguna duda: “Tengo pensado terminar mi contrato. Nunca me he ido mal, siempre me he ido bien. Después los dirigentes tomarán la decisión que estimen conveniente”.