Garin defiende su título en el ATP 500 de Río: horario de su debut, rival y el escándalo que esconde el partido

Federico Coria será el primer rival de “Gago”. El historial, por ahora, es de 2 a 1 a favor de la primera raqueta nacional, que buscará mantenerse entre los 20 mejores del mundo.

Cristian Garin vuelve a la cancha este martes a las 16.30 horas, tras su floja performance en el ATP 250 de Córdoba. En esta oportunidad, eso sí, será en un duelo que se percibe como fundamental para las aspiraciones de la primera raqueta nacional, ya que será su debut en el ATP 500 de Río, donde defiende el título. Es decir, si quiere mantenerse entre los 20 mejores del mundo, el hoy 19 del ranking debe sumar como sea.

Su rival será el argentino Federico Coria, número 63 del escalafón, que tanto en el Abierto de Australia como en Córdoba se despidió en el primer partido. Sin embargo, en el pasado ATP de Buenos Aires levantó, llegando inclusive a cuartos de final, instancia en la que cayó ante el 8 del mundo, Casper Ruud, a la postre quien levantó el título.

En el historial, las fuerzas están muy parejas. Se han enfrentado en tres oportunidades, con dos triunfos para “Gago” y uno para Coria. Uno de esos encuentros precisamente se disputó en el ATP de Río, aunque en la versión del 2020, cuando el nacional se impuso. Pero ojo, el último enfrentamiento se lo quedó el trasandino.

El compromiso entre Garin y Coria, sin embargo, esconde otro ingrediente, y es el que se vivirá en las bancas. Andrés Schneiter, excoach de Garin y actual supervisor del argentino, y Mariano Puerta, quien acompaña a la raqueta nacional, tienen historia…

Todo se remonta a 2005, tras Roland Garros, cuando Puerta llegó a la final del torneo, finalmente cayendo ante Rafael Nadal, en el primero de los trece títulos que suma el manacorí. Schneiter por entonces era el coach de Puerta, que luego dio positivo en el control antidoping y fue sancionado por un lapso de dos años.

En primera instancia, Puerta se quejó de la decisión, explicando que se contaminó tras beber un vaso de agua de su esposa. Luego, con el tiempo, admitió que esa fue una mentira. En 2020, de hecho, le confesó a La Nación que “la explicación que usamos como estrategia fue mentira. Pero no saqué ventaja deportiva. No quiero que me vean más como un tramposo”.

Por su parte, Schneiter no se calló nada:

“Supe que me mintió. Después, no sé qué decir, porque no se me escapaba nada. Lo único que se me escapó fue que Darío Lecman (expreparador físico involucrado) llegó un día antes de la final y los perdí un poco ese día. No pongo ni una uña en el fuego por ninguno de los dos. Ni una uña. De mi lado, puedo decirte que no tomaba nada. Estaba detrás de todo lo que podía y nunca había habido ningún problema”.

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