Héctor Tapia se despidió con más pena que gloria de la Copa Libertadores

En vez de ir por la hazaña, tras caer en la ida en Macul, el DT apostó a perder por poco con Palmeiras y con ello sólo consiguió un adiós penca, tibio, del sueño copero. El alboadicto lloró porque salió con un puro delantero y nunca metió al "Pajarito" Valdés.

Hasta la media hora, no faltó el alboadicto sufrido e ilusionado que se preguntaba por qué diantres "Tito" Tapia no había pensando antes en tomar más precauciones. No se trataba de ser ratón, pero sí de aplicarle pragmatismo a la cosa, más si al frente estaba Palmeiras.

Y claro. En el Allianz Parque, el mismo fortín donde hace unos años a Jorge Valdivia lo querían nacionalizar porque regalaba más talento que los mismos brasileños, Colo Colo saltó con 3-6-1 mezquino, pero esperanzador.

El punto es que hasta cierta forma la estrategia resultó. Sin Esteban Paredes, el DT dejó como llanero solitario a Lucas Barrios y pobló de volantes el mediocampo, apostando a que en una inspiración el "Mago" Valdivia se escribiera la hazaña.

Pero bastó que hubiera una pestañada de más para que todo se viniera abajo. Sí, pueh, porque más que la epopeya para revertir el 0-2 de la ida en el Monumental, Tapia parece que fue a firmar el empate como si el evitar la humillación le hubiera servido de algo.

Entonces trepó Dudu, el chiquito endiablado de los verdes, y casi al morir el primer acto esquivó un par de blancos para sacar un zapatazo infernal que echó abajo la resistencia, y el poco crédito que le quedaba a "Tito" para mantener la pega.

Nublado

Es que puede que al entrenador le den hasta diciembre, para que trate de clasificar a alguna copa internacional del 2019, pero anoche a Tapia se le acabron las ideas. Cuando se le lesionó Baeza metió a Campos. Y tras 5 minutos de pensarla.

Quizás las seis derrotas al hilo que sumó ayer le dieron muchas vueltas en la cabeza al técnico, ya que como bien dijeron en las redes sociales se notó demasiado que Tapia arriesgó menos que jubilado en el casino. Y eso sólo alcanzó para una despedida tibia de esta Copa Libertadores que en un rato pintó para histórica.

De hecho, después del penal que convirtió Borja, luego de un manotón miserable de Opazo sobre Dudu en el área que ni siquiera ameritó para ir a llorar al VAR, la cabeza de Tapia definitivamente salió del planeta y sólo se dedicó a proteger ese 2-0 en contra.

Fue tan notorio ese miedo que cuando el tablón le lloraba a "Pajarito" Valdés, quizás el único que podría haber entregado un poco más de fútbol, el hombre del buzo jamás lo miró y prefirió que la despedida fuera con un poco de pena y sin una gota de gloria.

"Debemos dar vuelta la página y pensar en el torneo nacional"

Por más que terminó con un nudo en la garganta y con mucha frustración al perder por 4-0 la llave ante Palmeiras, Héctor Tapia dijo estar orgulloso por la actitud mostrada por sus jugadores en el final de la fase de grupos, al pararse de igual a igual ante el gigante brasileño en Sao Paulo y avisó que ahora será más fácil enfocarse en el torneo nacional.

"Tenemos una gran tarea. Hay que reponerse y ver con qué jugadores enfrentaremos a Unión Española después de tantas bajas. Ahora sumamos a Claudio (Baeza). Duele quedar eliminados, pero hay que dar vuelta la página. Se hizo una gran presentación a nivel internacional y ahora hay que ganar en Chile", afirmó Tito, que a seis fechas del final del Torneo Nacional marcha 6° en la tabla, en zona de Copa Sudamericana, pero a diez puntos de asegurar un cupo en la Libertadores 2019.

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