En su primera visita en Chile, cuatro integrantes de Tokyo Joshi Pro Wrestling, una de las divisiones de lucha femenina más importantes del oriente, se midieron contra cuatro referentes nacionales, en una jornada que mezcló a grandes leyendas, jóvenes talentos y un carisma pocas veces visto en un ring criollo.
Durante sus 32 ediciones, a Anime Expo -o simplemente AEX como se le conoce ahora- se ha caracterizado por tener de todo: cosplayers, doblajistas, dibujantes en vivo, concursos de baile, conciertos y un sinfín de actividades relacionadas al mundo de la cultura asiática.
Pero el pasado domingo 9 de febrero, en el escenario principal de la Estación Mapocho, los asistentes de la feria se encontraron con algo mucho más inusual que de costumbre: un ring de lucha libre.
Y es que como parte de las actividades de este año, se trajo como invitadas al evento a un cuarteto de luchadoras pertenecientes a la Tokyo Joshi Pro Wrestling -más conocida como TJPW- una promoción de lucha libre femenina de Japón que cuenta con figuras de alcance internacional y que por primera vez pisaron el suelo chileno no solo para compartir con su fanaticada, sino que también para hacer lo que mejor saben: luchar y brindar un gran espectáculo.
Para ello, se generó una suerte de evento especial que enfrentaría a las luchadoras japonesas contra una selección de luchadoras nacionales, un set de tres enfrentamientos que determinarían quién sería el ganador de este duelo Chile vs. Japón. Y un set de enfrentamientos que deleitó a quienes acudieron a ver lo mejor de la lucha oriental, sino que también a la fanaticada de la lucha chilena, que ya tiene su propia identidad y talentos muy reconocibles.
Casey vs. Moka Miyamoto
El combate inicial destacó de partida por el particular contraste estético de sus participantes. Mientras Casey, la luchadora chilena, llegó como una joven de “corte Kuromi”, Moka Miyamoto lo hizo como acostumbra, con un traje tradicional japonés que además hace honor a su estilo de lucha, basado en el karate.
Se trató de una lucha enérgica con dos rivales además muy jóvenes -Casey solo tiene 23 años y Miyamoto, 25- que entregaron muchos momentos mezclados entre la sobriedad de la japonesa y el estilo más arrebatado de Casey.
Finalmente, la pelea terminó con el primer punto para Chile tras el ya conocido golpe de mochila de Casey, que generó reacciones encontradas en la galería, pero que de todas formas terminó con un apretón de manos y una señal de respeto entre ambas luchadoras.
Aja Kong vs. Roma

Con 54 años de edad, 38 años de carrera y una imponente figura de más de 100 kilos de peso, no se puede hablar de Aja Kong sin otro adjetivo más que el de leyenda. No solo ha viajado por todo el mundo, sino que ha sido una pieza fundamental en la formación de nuevas luchadoras en Japón.
Por lo mismo, cualquier luchadora chilena que la enfrentara no se la llevaría fácil y esa responsabilidad recayó en Roma, una de las embajadoras chilenas del wrestling, amada y odiada en partes iguales, pero cuyo talento sin duda es innegable.
La pelea tuvo el curso previsible que este tipo de luchas suele tener: Roma intentando hacer daño a Kong a como diera lugar, mientras la japonesa quedaba totalmente inmóvil, con una sonrisa aterradora que luego se convertía en un solo golpe que lanzaba lejos a nuestra representante.
La pelea luego tuvo un segmento fuera del ring, donde Aja Kong dio sillazos, lanzó a Roma hacia el público y demostró cómo poder seguir dando un espectáculo lleno de violencia que entretuvo al público, a pesar de que por su edad está lejos de su prime.
De todas formas, lo que parecía ser simplemente una paliza por parte de la japonesa, tuvo también momentos brillantes por parte de Roma, en especial un superplex que sacó una de las rondas de aplausos más fuertes de toda la jornada.
Lamentablemente, la pelea tuvo que terminar antes de lo previsto, cuando en un intercambio de golpes entre las luchadoras, Aja Kong dio un fuertísimo codazo en la quijada de Roma, que se sintió hasta el último espacio de la Estación Mapocho. Por fortuna, no pasó a mayores y el marcador quedó empatado a 1 entre los dos equipos.
Maki Itoh y Miyu Yamashita vs. Sara Phoenix y Pandora

El evento estelar, válido por el cinturón de Princess Tag Team Championship, que ostenta la pareja japonesa, fue no solo una tremenda lucha, sino que un excelente ejemplo de por qué el puroresu japonés, y en especial el femenino, es tan atractivo.
La pareja de Maki con Miyu funciona muy bien por el contraste: Maki Itoh es una idol de tomo y lomo: tiene el traje más vistoso, hace caras, se conecta con el público y muchos de sus movimientos son simplemente para hacer reír a la audiencia. Es una máquina de carisma.
Miyu Yamashita, por el otro lado, es la fuerza, es el poder y el lado más temerario de la dupla. Sus patadas, que vimos por decenas en la pelea, siempre están bien aplicadas y muchas fueron de esas que nos dejan preguntando si llegaron de lleno o no.

Pero gran parte de lo que hizo a este enfrentamiento tan atractivo fue el rol que tuvo la pareja chilena retadora, conformada por Sara Phoenix y Pandora. La enmascarada Dama de Fuego es reconocida por su trayectoria de más de una década, acompañada de Pandora, una joven luchadora que ya está haciendo su nombre.
La pelea por el campeonato tuvo de todo: dominación japonesa, momentos en los que las chilenas nos hicieron creer en la victoria, hasta un dive desde el escenario de Maki Itoh, y finalmente la dura patada de Miyu que selló el 1, 2, 3 para Japón.
Tras el combate, una foto grupal, muestras de respeto y un espectáculo inolvidable donde, en el papel, ganó Japón, pero realmente ganó el Wrestling.