Un nuevo capítulo negro en la historia del fútbol chileno se vivió ayer en La Pintana.

El duelo pactado entre Magallanes y Cobreloa en el estadio municipal se suspendió a una hora de su inicio y eso que se jugaría sin público en las gradas.

¿Qué pasó? Todo se inició en la noche del lunes, cuando se llamó al Paro Nacional que, finalmente, se realizó en la jornada de ayer.

Es aquí donde hay dos versiones. Las autoridades de La Pintana aseguraron que se comunicaron con la ANFP para suspender el encuentro, lo que es negado de manera tajante por el ente rector del balompié.

Pero lo que le puso la lápida al encuentro fueron dos hechos: la adhesión al paro de los funcionarios de la muni y que "que no se dieron las condiciones de seguridad necesarias" para desarrollar el encuentro.

Según el director de Deportes, Diego Sepúlveda de la comuna del sector sur, al estadio iban a llegar las barras bravas a "funar" el encuentro, pero tras la suspensión "lo que hicieron fue visitar la comuna para agradecer que no mancháramos la pelotita".

Palabras que otra vez fueron negadas por el organismo que dirige al fútbol y a través de un comunicado aseguraron que sí estaban dados todos los aspectos para desarrollar el evento deportivo en paz y que "les hicimos ver lo improcedente y poco fundamentada que era la decisión de impedir jugar".

La respuesta de Sepúlveda fue tajante: "¿Quién soy yo para desautorizar a la alcaldesa? ¡Nadie! Y no íbamos a poner en riesgo la integridad de quienes hacían el turno ético ni la infraestructura que tanto nos costó levantar".

Enojo y pagos.

Apenas los jugadores de Cobreloa supieron que todo quedaba en nada, la furia se apoderó del camarín loíno.

"Fuimos el único equipo que no quería jugar, porque la situación es muy complicada y la alcaldesa (Claudia Pizarro Peña) decidió suspender el partido y a nadie le importó que viniéramos de Calama, pensando que es el segundo viaje que hacemos", aseguró el capitán loíno: Guillermo Firpo.

Desde la tienda naranja dicen que ya han perdido 17 millones de pesos en estos intentos fallidos y ayer debieron quedarse en Santiago con todo lo que ello conlleva: la incertidumbre de saber si podrán volver o no al norte hoy y si podrán entrenar para jugar el fin de semana, cuando aparentemente se reprogramara el famoso partido.

Según se filtró no se llegó a acuerdo ayer, básicamente porque Cobreloa no quiere que vuelva el fútbol hasta que se solucione el conflicto social de raíz.

Los únicos que sacaron cuentas alegres dentro del caos de ayer fueron los guardias privados, que sí pudieron cobrar su sueldo (les pagan por evento) y los funcionarios técnicos del CDF, que disfrutaron de sus respectivas colaciones sin problemas.

El único drama es que el "Grillo del Gol" se quedó con las ganas de relatar. ¡Será para la otra!

Luis Marín: "Están las condiciones para jugar"

Luego de la suspensión de los partidos de Primera B, hubo reuniones en la ANFP para determinar cómo se programará lo que viene en el fútbol.

Una vez finalizado el encuentro, quien sacó la voz fue el Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup), quienes confirmaron que seguirán adelante con la programación establecida.

"Los partidos suspendidos se van a programar para más adelante, sin complicar las fechas. Se mantiene la programación para este fin de semana", comentó Luis Marín, secretario del Sifup.

En ese sentido, el ex portero aseguró que "hoy están todas las condiciones para jugar el fin de semana", además de que "los jugadores nunca han estado ajenos a las demandas sociales y ellos han participado constantemente en las decisiones que vienen de aquí en adelante".