A pesar de que en el mundo del fútbol es común que jugadores sean hijos de exfutbolistas, no siempre resulta. Uno que quiso seguir los pasos de su papá fue el hijo de Manuel Pellegrini, del mismo nombre.

Actualmente, el hijo del Ingeniero tiene un rol clave en el Mundial de Ciclismo Pista que se está disputando en Chile, siendo uno de los encargados del área médica en el evento que se celebra en el Velódromo de Peñalolén.

En el campeonato, comparte el cargo con Giovanni Carcuro, hijo del histórico rostro de TVN, Pedro Carcuro.

En conversación con LUN, Manuel Pellegrini hijo habló de su rol en el Mundial, y confesó que en su adolescencia quería ser jugador de fútbol como su padre, pero recibió un consejo que le hizo cambiar de propósito.

“Este es un tremendo desafío desde un punto de vista personal y profesional. Uno ve cómo los deportistas se exigen día a día para dar su mejor versión y nosotros, desde nuestro lado, hacemos lo mismo”, señaló.

Respecto a sus acercamientos con la bicicleta, Manuel señaló: “en mi caso fue un poco diferente porque yo vengo de una familia más ligada al fútbol, pero el fútbol es muy especial, selecciona rápidamente a los buenos y los otros estudian”.

Un consejo honesto

Si bien hay quienes meten precio para que sus hijos sigan sus pasos, el Ingeniero fue “al revés. Él (Pellegrini) fue quien me dijo que no tenía nada que hacer en el fútbol, que mejor estudiara. Tenía 14 años entonces. Siempre intenté jugar, aunque como amateur, pero el fútbol me retiró”.

Confesó Manuel, quien además reveló: “Sufrí una lesión importante en la pierna jugando fútbol hace ya ocho años. Jugaba en una liga, y me fracturé la tibia y el peroné de la pierna izquierda, lo que me tuvo casi dos años sin hacer deporte”.

“Y ahí mi buen amigo Giovanni me operó, quedé muy bien, y como entonces no podía hacer deporte de impacto empecé con el spinning, que coincidió justo con la pandemia. Y ahí Giovanni me dijo: ‘Cómprate una bicicleta de ruta’ y así empezamos”, agregó.

Para cerrar, el hijo de Manuel Pellegrini explicó cómo es su relajación con su padre: “Pese a la distancia siempre estamos muy pendientes uno del otro, y como abuelo es también muy cercano, y mis niños Rosita, Manuel y Mila se lo reconocen”.