Los últimos días de Nelson Tapia han sido bastante agitados. A los compromisos típicos de estas fechas y los pitutos varios, le sumó la decisión de cambiarse de casa. Y no precisamente dentro de Chile.

El ex portero prepara las maletas para asumir como preparador de arqueros en el Barcelona de Ecuador, cuadro que oficializó la noticias hace pocos días y que lo recibirá apenas pasen las fiestas de fin de año.

"Es una muy linda oportunidad, que no debo dejar pasar, Barcelona Sporting Club es uno de los grandes de Sudamérica y estoy muy contento de que me hayan llamado", soltó en charla con La Cuarta.

Petición que no es nueva, pues el entrenador de los "colosos", Guillermo Almada, hace mucho tiempo que deseaba que el hombre que cuidó nuestro arco en Francia '98, traspasara sus conocimientos a sus dirigidos.

De hecho el uruguayo comenzó su carrera como estratega en el 2009, en su país natal, y saltó a uno de los grandes de Ecuador el 2015.

Allí se convenció que para lograr grandes objetivos, debía tener a su lado a gente de confianza y lo primero que hizo fue hablar con Tapia para que se integrar a su staff. Pese al honor que significaba, "Simpson" se negó a dejar la capital chilena y aquí cuenta su principal razón.

"Cuando asumió, yo estaba en el fútbol joven (sub 17) y decidí quedarme acá. Ahora me lo pidió de nuevo y acepté. ¿Por qué no fui la primera vez? Sentía que estaba en la Selección y que me iba a quedar ahí y no fue así", señaló el atajapepas que tiene una medalla de bronce olímpica.

Y claro, los momentos son diferentes. Tapia hoy está con el pase en su poder y su familia, sobre todo su mujer Catherine Ramírez, lo apoyó desde el momento que surgió la posibilidad de ir a ganarse el pan en el exterior.

"Cuando surgen estas instancias de poder trabajar, hay que ir", sentenció la otrora estrella de Universidad Católica.

No obstante, no fue en los cruzados donde Tapia conoció a Almada. Es que pocos saben que el dueño de los guantes en ese combinado que dirigía Nelson Tapia, partió su carrera en Rancagua.

"Fuimos compañeros en O'Higgins, en 1988, y ya en ese entonces era un gran profesional, por lo que tiene todo mi respetó", concluyó el ex meta antes de irse a preparar las maletas.