Sudamérica se quedó sin representantes en el Mundial de Rusia. Así de doloroso. Y claro, pues en una de las grandes sorpresas del torneo, Bélgica le "reggaetoneó" la samba a los brasileños y los mandó directo al aeropuerto, tras vencerlos por 2-1.

Como muchos habían adelantado, sería un cara a cara entre favoritos, y Brasil sacaba cierta ventaja, pero la verdad es que los europeos demostraron que integran un equipo de temer y que, al menos por fútbol, están para escribir un capítulo importante en su historia.

Fue a los 13 minutos cuando Bélgica demostró que, más encima, la suerte estaba de su lado. Tras un córner, Fernandinho intentó despejar la pelota del área, pero para su mala fortuna, acabó tirándola contra su arco, permitiendo la ventaja de los belgas.

Luego, el planteamiento de los europeos fue claro. La idea del DT Martínez era esperar a Brasil y atacarlo de contragolpe con Hazard, Lukaku y De Bruyne como protagonistas. Sí, el tridente letal.

Desesperación

Fue así como los brasileños se arrimaron al arco de Courtois, pero en una contra Lukaku se comió la cancha y antes de llegar al área le pasó la pelota a De Bruyne, que sacó una diagonal imposible. A festejar. Era el 2-0 de la clasificación.

Brasil, con más desesperación que buen fútbol, cargó la cancha a su favor, pero no era su día de suerte. Sólo a los 76' Renato Augusto pudo anotar de cabeza, pero no fue suficiente. La Verdeamarela deberá seguir esperando para conseguir el hexacampeonato.

"Es una lección dolorosa", se comentó en el país hermano, mientras los jugadores no ocultaron su desazón tras los 90'. Hubo lágrimas, frustración, pena... y burlas de los rivales. De hecho en México, el capitán Guardado señaló: "¿Y ahora quién se va para casa?", a propósito del mensaje de Neymar tras eliminar a los cuates.