El representante de Nicolás Castillo, Alejandro Santiesteban, estaba ayer en Estambul para cerrar la cesión de Nicolás Castillo a Fenerbahçe. Justo en ese momento sonó el teléfono, una llama de Lisboa, en la cual Benfica comunicaba la millonaria oferta de América. Una situación que deberá definirse a más tardar hoy: en el último día de mercado en México y Turquía.

Porque las intenciones de cada una de las partes son diametralmente opuestas. El deseo de delantero chileno es quedarse en Europa, ya que considera un "fracaso" volver a América del Norte, después de salir en julio pasado desde Pumas de Ciudad de México, luego de que Benfica pagara más de 8 millones de dólares por su pase en una cifra récord para el equipo felino.

Al otro lado, la directiva de "Os Encarnados" ve con buenos ojos el hecho de sacar un dividendo por un jugador que estuvo solamente seis meses en el club, y que tampoco ha sido considerado por ninguno de los dos técnicos que han estado en el club en esta temporada portuguesa.

Los detalles

Los turcos, que pasan por un delicado momento económico, están dispuestos a comprometer grandes cantidades por el atacante chileno, pero más bien a largo plazo.

El equipo del lado asiático de Estambul ofrece una préstamo de año y medio por el jugador. Cesión por la cual se compromete a cancelar 2,3 millones de dólares cancelados en cuotas.

Asimismo, Fenerbahçe se compromete a ejercer una opción de compra de más de 9 millones de dólares por la totalidad del pase, una vez que acabe el préstamo de Castillo. Es decir, una operación que a Benfica le dará 12 millones de dólares en total, aunque pagadera en un plazo total de temporada y media.

América, uno de los clubes más millonarios de México, no se rinde en su intención de tener al delantero formado en la UC. "Es una prioridad para nosotros", dijo el técnico Miguel Herrera, hace un par de meses.

El entrenador fue avisado por la directiva del club, el domingo pasado, que la operación seguía en pie. Para ello, las "Águilas" hablaron con los dirigentes del cuadro de Portugal con una oferta final de 12 millones de dólares entre fijos y variables.