Un caótico desenlace marcó el partido entre Everton y Universidad Católica en Viña del Mar.

Con el 3-0 a favor de los cruzados, un grupo de barristas ruleteros irrumpió en el campo del Sausalito para increpar a los jugadores.

Los incidentes se originaron en la Galería Cerro, desde donde varios hinchas saltaron las rejas y avanzaron violentamente hacia el terreno de juego.

Su blanco fueron los futbolistas locales, en medio de reclamos por el mal desempeño del equipo y conflictos con la dirigencia.

Tanto los jugadores de la UC como los de Everton corrieron hacia los camarines para resguardarse. Sin embargo, los barristas se enfrentaron a golpes con los pocos guardias presentes, dejando heridos antes de que ingresaran Carabineros y ambulancias.

Los porteros Ignacio González y Diego Oyarzún resultaron agredidos cuando intentaron contener la situación. Hasta el cierre de la jornada, no había un parte oficial sobre su estado ni el de los funcionarios lesionados.

De acuerdo a La Tercera, el árbitro Manuel Vergara consignó en su informe que “en el minuto 90+5′ del partido [...] una gran cantidad de hinchas saltaron la reja perimetral e ingresaron al terreno de juego [...] enfrentándose a golpes de puño con la seguridad privada, destruyendo estáticos de publicidad”.

También precisó que “tan pronto se advirtió el inicio de la invasión [...] el cuerpo arbitral indicó a ambos equipos que debían retirarse del terreno de juego y dirigirse hacia la zona de seguridad del estadio”.

Vergara relató que “tras algunos minutos de confrontación y agresión [...] ingresó Fuerzas Especiales de Carabineros para disuadir a los hinchas”.

Finalmente, informó que el partido se dio por terminado “debido a que no era posible garantizar las condiciones de seguridad para que el encuentro deportivo pudiera terminarse”.