La tragedia se desencadenó a los 55 minutos.

Entonces, en el partido que enfrentaba a Argentinos Juniors y Fluminense por octavos de final de la Copa Libertadores, todos los presentes en el Estadio Diego Armando Maradona escucharon con claridad el grito de dolor. Marcelo Vieira, histórico lateral izquierdo del Real Madrid, ahora al cierre de su carrera en el elenco brasileño, intentaba dejar atrás a sus marcadores cuando involuntariamente pisó a la altura de la canilla a Luciano Sánchez. La pierna del futbolista argentino patinó por el césped y producto del choque se partió prácticamente por la mitad. Nadie podía creer lo que veía. Mucho menos el propio Marcelo, que se desmoronó al ver el estado de su compañero. Derramó unas lágrimas antes de ver la roja. Y le dedicó un mensaje culminado el compromiso:

“Hoy me ha tocado vivir un momento muy difícil dentro del campo. Sin querer he lesionado a un compañero de profesión. Quiero desearte la mejor recuperación posible, Luciano Sánchez. ¡Toda la fuerza del mundo!”, escribió en sus redes sociales.

El diagnóstico de Sánchez es tan estrepitoso como las imágenes, que rápidamente dieron la vuelta por el mundo. “En 23 años como médico nunca vi una lesión así”, apuntó el doctor y secretario general del elenco trasandino Alejandro Roncoroni.

Luego explicó las consecuencias: “Es casi una separación del fémur y el peroné. Hay rotura de cruzado, anterior, posterior… Hay que hacer una reconstrucción”.

Más adelante estimó que la recuperación del futbolista requerirá entre diez y doce meses.

Finalmente, Roncoroni apuntó contra las declaraciones de Felipe Melo, que se quejó de la expulsión de su compañero. “Lo único que da vergüenza son sus declaraciones. Marcelo se retiró solo del estadio. Felipe Melo dio un montón de notas. Están claras las diferencias”.

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