En plena Copa América, y luego de vencer por penales a Colombia, Gabriel Arias había pedido que pararan con los insultos contra su familia por su desempeño, además por el fantasma de Claudio Bravo que siempre ha tenido presente desde que se hizo cargo de la Roja.

Si bien tras esas declaraciones vinieron campañas en las mismas redes sociales para darle fuerza al portero y su familia, muchos borraron con el codo lo escrito, porque tras la eliminación ante Perú la mala onda volvió contra el nacido en Neuquén, pero esta vez de la peor forma.

Esto, porque nuevamente aparecieron insultos de alto tono y grave contenido que hicieron cerrar la cuenta al meta de Racing, porque esta vez los ataques también fueron contra su pequeño hijo, en un acto de cobardía que hizo descir basta a Arias.

Si bien tuvo el apoyo de sus compañeros, el Sindicato de Futbolistas no se quedó fuera ante esta situación. "Gabriel Arias no sólo fue un pilar importante en este nuevo proceso, sino también un jugador querido y respetado por sus compañeros. Los futbolistas aceptamos las críticas, pero jamás las amenazas y las faltas de respeto. Basta...", enfatizaron desde el Sifup.