Todo comenzó hace un par de días cuando Zlatan Ibrahimovic, el crack que la sigue rompiendo el Calcio italiano pese a sus 40 años, aprovechó una entrevista para dejarle un recado a LeBron James: "Es fenomenal en lo que hace. Pero no me gusta cuando personas con algún tipo de estatus se dedican a la política al mismo tiempo", comenzó.

"Quiero decir, haz lo que se te da bien. Cíñete a lo que haces. Juego al fútbol porque soy el mejor jugando al fútbol. No me gusta la política. Si hubiera sido político, me habría metido en política. Es el primer error que cometen las personas cuando se vuelven famosas y alcanzan cierto estatus", concluyó el delantero sueco.

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El sueco fue el primero en pegar.[/caption]

Este sábado, tras la victoria de Los Lakers sobre los Trail Blazers, cortando de paso una racha de cuatro derrotas, fue la propia estrella de la NBA quien recogió el guante:

"Tengo más de 300 niños en mi escuela (I Promise School) que necesitan una voz y yo soy su voz… Nunca me callaré cuando algo está mal. Yo hablo por mi gente, hablo de igualdad, de injusticia social, racismo, supresión de voto sistemática. Soy el tipo equivocado al que acudir: siempre hago mis deberes", contestó James.

Pero no se quedó allí: incluso, recordó un episodio del pasado donde Ibrahimovic se quejó de racismo. "No hay manera de que me limite solo a dedicarme a los deportes porque entiendo esta plataforma y lo poderosa que es mi voz. Es gracioso que él diga eso: creo que en 2018 fue él quien dijo, cuando estaba en Suecia, que sintió racismo porque su apellido no era un apellido normal (en Suecia). ¿Correcto? Dijo eso, ¿verdad? Creo que lo dijo", lanzó.

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LeBron, eso sí, pegó de vuelta...[/caption]

En efecto, en enero de 2018, durante una entrevista en el Canal + de Francia, cuando aún defendía los colores del PSG, Zlatan develó que "cuando llegué al Malmoe, no fui aceptado como los demás. ¿Por qué? Porque yo era Ibrahimovic. No era Andersson, no era Svensson, todos esos apellidos típicamente suecos. Yo era extranjero" y completó con una triste anécdota:

"Tuve un incidente en un entrenamiento, me hicieron una entrada y le di un cabezazo a un compañero, porque estaba enfadado. Su padre era agente de policía. Él firmó una carta para el club pidiendo que fuera expulsado y dio ese papel a todos los jugadores del equipo y decía: 'firma esto si estás de acuerdo en que Zlatan debe ser expulsado'. Yo estaba en juveniles. ¿Puedes imaginar cómo me sentía cuando pasó eso? Me sentía como que no encajaba, como la oveja negra. No aceptaban mi actitud, no me aceptaban como persona, no me hacían sentir bienvenido. Era diferente, tenía una cara diferente, no era rubio, no tenía la piel blanca como los suecos".

Falta saber cómo continuará este insólito cruce, porque, claro, Zlatan seguramente no se quedará callado…