La llegada de Manuel Pellegrini a West Ham United provocó toda una revolución en uno de los clubes londinenses más populares, pero que lamentablemente han bailado con la fea por los opacos resultados en las últimas temporadas.
La sola figura del DT chileno, que hace algunos años fue campeón de la Premier League en el City, entusiasmó a sus hinchas, quienes saben que el "Ingeniero" no iba a agarrar un timón de un barco que no se vea sólido. Y razón tenían, porque para fichar en el equipo de los martillos, Pellegrini exigió una inyección potente de recursos para poder armar un plantel competitivo. "Cuando el co-propietario David Sullivan me convenció de venir aquí, una de las razones fue que me dijo que iba a traer buenos jugadores", señaló el estratega al respecto.
Una vez que los dirigentes le cumplieron con eso, buscó piezas claves y fichó con bastante tiempo, para poder trabajar de manera tranquila en la pretemporada, lo que le ha traído buenos réditos al equipo.
Si hace dos días había dejado una buena impresión al vencer por 3-1 al Aston Villa, ayer demostró que en la Premier League quieren ser protagonistas al vencer por 2-1 al Ipswich Town, en el quinto amistoso de pretemporada.
Abrió la cuenta Felipe Anderson a los 4' para los de Pellegrini, quien está llamado a ser el fichaje estrella del elenco luego de dejar la Lazio.
Poco después igualó Ellis Harrison a los 16', pero a los 70' apareció Marko Arnautovic para decretar el triunfo para el West Ham.
Buena noticia para el ex DT del Real Madrid, quien tendrá un esteno durísimo en dos semanas más, cuando deba visitar al Liverpool en Anfield, cuadro que en la temporada pasada llegó a la final de la Champions League.
Es tan buena la cara que ha mostrado el West Ham, que en las casas de apuesta de Inglaterra ha bajado violentamente su factor para ganar el torneo inglés. Si cuando recién llegó Pellegrini se elevaban casi a los 400 la cifra que pagaba por ser campeón, ahora ha bajado de los 300. Claro, contra monstruos como el City, el United, el Chelsea o el mismo Liverpool, es difícil que pueda dar una sorpresa como lo hizo el Leicester hace tres años.
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