“En el fútbol todo cambia, ¿no? Él estaba hasta hace poco en la lista de despedidos, pero hoy ya no está. Todo cambia, todo cambia”, decía hace algunos días Cuca.

El entonces entrenador de Atlético Mineiro hablaba de Eduardo Vargas. Lo hacía satisfecho por el repunte que ha demostrado el delantero nacional, clave en los últimos compromisos que permitieron al Galo clasificar a la próxima edición de la Copa Libertadores. Pero esa frase también deja entrever que, hasta hace poco, el futuro de “Turboman” estaba en el aire… y muy probablemente lejos del club.

El declive de Vargas en el fútbol brasileño parece haber comenzado el pasado mes de agosto. Hubo un episodio que cambió su relación con la hinchada del club de Belo Horizonte: cuartos de final de Copa Libertadores, compromiso de vuelta frente al Palmeiras. El artillero ingresó a los 79′ por Marcos Da Silva con la misión de cambiar el trámite. Pero en los descuentos se fue expulsado. El Galo finalmente se quedó en el camino en la definición a penales y Cuca apuntó al chileno.

Fue la gota que rebalsó el vaso. Parte de la hinchada del Atlético Mineiro, cansada del bajo rendimiento que exhibía el plantel, fue a encarar a los jugadores. Entre ellos, claro, estaba Vargas, a quien acusaron de salir de noche y faltarle el respeto a los fanáticos.

Para entonces, “Turboman” estaba más fuera que dentro de la institución. A eso se sumaba que había perdido su lugar en La Roja de Berizzo. Todo confluyó en una depresión, que confesó durante una entrevista a Globo Esporte: “Sentí que no quería nada. No quería salir a la calle, no quería ir al supermercado”.

En ese momento apareció la “U”. De acuerdo a El Deportivo de La Tercera, los azules, que aún padecen los dos golpes mediáticos que asestó Universidad Católica con las llegadas de Mauricio Isla y Eugenio Mena, se ilusionaron con un regreso anticipado de Vargas aprovechando el difícil escenario que atravesaba en Brasil. Consultaron a Felicevich, su representante, la situación.

Pero a pesar del difícil momento personal, y de que se encontraba liderando la lista de prescindibles de cara al cierre de temporada, el delantero dijo que no.

Según informa El Deportivo, de hecho, Vargas no tiene contemplado retornar a Chile. Así se lo hizo saber a los azules tras conversar con su círculo más íntimo y con Felicevich. No es un paso que considere necesario.

Desde ese punto comenzó la operación retorno. Y en cuestión de semanas, “Turboman” comenzó a ofrecer su mejor forma. Recuperó la titularidad y ha marcado goles importantes —doblete contra Sao Paulo y el tanto de la victoria sobre Corinthians— que permitieron al Mineiro ocupar el séptimo lugar del Brasileirão y sacar pasajes a la Libertadores.

Incluso, ahora se especula con la posibilidad de que Gremio, que regresó a la división de élite brasileña, vaya tras sus pasos. En el cuadro gaúcho Vargas jugó en 2013, dejando una grata impresión.

“Vargas se preparó bien y hoy es un guerrero en la cancha, que corre, pelea, lucha por el balón y abre espacios, hace diagonales y cabecea. Estamos muy contentos con él”, cerró Cuca su entrevista, tras vencer a Corinthians. Ya no es más el técnico de Atlético Mineiro, pero dejó en evidencia la redención del delantero nacional, que aparentemente, y para el pesar de los hinchas de la Universidad de Chile, no quiere volver.