Definitivamente, ayer fue uno de los días más raros en la historia de la Cato, partiendo porque en un estadio vacío los cruzados celebraron su merecida estrella con la Copa y el "dale campeón".

Tan cuático fue que la postal dio la vuelta al mundo y hasta en "Olé", la biblia de la prensa deportiva argentina, festinaron con la inaudita vuelta olímpica de un equipo ante nadie.

Pero las rarezas continuaron con Gustavo Quinteros, que en vez de celebrar avisó que si le golpean la puerta, tiene las maletas listas. "Ahora no tengo una oferta, pero si llega una de otro club, por supuesto que la analizaré", adelantó el DT que insitió en que no está cómodo con la cueca en pelotas que se entona en el país.

"Es una incertidumbre para todos. No sabemos si se pondrán de acuerdo, no sabemos si tendremos copas internacionales, si habrá torneo, y eso hace que tengamos muchas dudas", dijo el profe con sus bonos al alza.

Sin embargo, lo más exótico del día vino a la hora de la foto oficial. Con el mismo desparpajo que asistió a las marchas, a Ignacio Saavadra ayer no le tiritó la pera para taparse un ojo en la instantánea histórica del título 14.

El gesto, que ha dado la vuelta al mundo como una forma de los deportistas de solidarizar con los heridos en las protestas, no pasó piola y en las redes sociales se alabó la consecuencia a prueba de fuego del volante y que sólo fue constatada por el club en la tarde, cuando la imagen fue subida a la cuenta oficial.

De hecho, y aunque evadió a la prensa, el juvenil con más proyección de la UC se fotografió junto a un cartel de Víctor Jara en un paño de la franja con la leyenda "Yo no canto por cantar".

La señal de Saavedra se dio en Renca, donde el bicampeón compartió el título con 500 hinchas y un lote de niños con capacidades diferentes. Algo que a estas alturas ya es una tradición.