Es apenas cuestión de horas.

El resultado del compromiso contra Racing Club era decisivo, lo intuían Jorge Almirón, su cuerpo técnico y los jugadores. De no conseguir un triunfo, el primer paso para labrar un milagro y continuar en Copa Libertadores o por lo menos sacar boletos para Copa Sudamericana, el ciclo del DT argentino llegaría a su fin. Y no sólo es que no hubiera milagro, sino que tampoco respuestas: Colo Colo se inclinó 4 a 0 ante La Academia, tercer encuentro consecutivo con cuatro tantos en contra, señal inequívoca de que hay algo roto.

De ahí el dictamen de la plana directiva del “Cacique”. Según La Tercera, “el técnico ya fue notificado de la voluntad directiva de interrumpir el proceso”. Aníbal Mosa fue el encargado de comunicárselo a él y a sus colaboradores. Almirón pretendía seguir, aquí se sentía cómodo —“literalmente en casa”— y creía contar con las herramientas adecuadas para revertir un escenario que, sin embargo, el resto percibe irreparable.

Así las cosas, ahora la misión que tiene por delante Blanco y Negro es llegar a un acuerdo económico con el DT para allanar su salida. Porque, como le comentaron al medio ya citado desde su entorno, Jorge Almirón no renunciará y el costo de su salida es alto: US$ 3 millones deben abonar en Macul por el término anticipado de la relación.

¿Cuál es el plan? “Pagar la compensación en cuotas”.

Todo eso se definirá en una reunión extraordinaria de directorio que no debiera pasar de esta semana. La idea, de hecho, es que el lunes quien se siente en el banco de suplentes, contra Ñublense, sea provisoriamente Héctor Tapia. Después, hay dos nombres en la mira.