Severino Vasconcelos lucha contra bacteria que lo tiene en la UTI

Todos las semanas, Severino Vasconcelos llega al Estadio Monumental para "estirar las piernas" junto a los viejos cracks de Colo Colo.

Pero esta vez no se presentó a la tradicional "pichanga" de los lunes y eso preocupó a todos sus compañeros. De inmediato, Luis "Chupete" Hormazábal se comunicó con una de sus hijas y se enteró de la noticia que lo dejó helado: una extraña bacteria se introdujo en una de sus piernas y fue internado de urgencia en la Clínica Cordillera.

Lo que en un principio parecía un tratamiento ambulatorio y sin grandes complicaciones, se transformó en uno de los partidos más dramáticos que le ha tocado jugar al talentoso que nació hace 64 años en Pernambuco. El tratamiento que se le aplicó no resultó efectivo y fue derivado a cuidados intermedios.

Allí se han buscado diversas soluciones a su problema y lograron estabilizar su organismo para mantenerlo fuera de riesgo vital, sin embargo, hoy cumple cinco días hospitalizado y aún no logran sanar su extremidad derecha.

"No está reaccionando a los antibióticos y le están haciendo varios exámenes. Se mantendrá internado para que lo puedan ir monitoreando", detalló su hija María José.

La "Coté", que también es la jefa de prensa de la Roja, agregó que obviamente toda la familia está con el alma en un hilo por la salud del jefe del clan, quien ha recibido diversas muestras de apoyo de la familia del balón.

La preocupación es mayúscula, pero quien casi no puede dormir por las noches con la situación del "Vasco" es Luis Hormazábal. "Para nosotros es un 'hermano' y estamos dispuestos a ayudar en todo lo que pueda necesitar", avisó el mítico "Chupete".

Lo mismo hizo el Club Social y Deportivo Colo Colo, a través de su vicepresidente Edmundo Valladares. "Ojalá se recupere lo más pronto posible. Eso es lo primero. Pero como institución siempre estamos dispuestos a ayudar en lo que sea necesario", señaló.

Crack

Severino Vasconcelos Barbosa vino al mundo en Brasil el 14 de septiembre de 1953 y la rompió como enganche en diversos equipo de su país, como Palmeiras e Internacional de Porto Alegre. Camiseta que cambió por la del Cacique en 1979, donde formó una dupla mortal con Carlos Caszely, que le dio el título a los blancos ese año, tras siete largos calendarios de espera y con varias goleadas de por medio (además de ganar ambos Superclásicos).

Dos años más tarde, el "Portuñol" -como le decían sus colegas- se echaría el equipo al hombro y junto a Lizardo Garrido jugó las 30 fechas que le permitieron al elenco mapuche bajar su estrella número 13.

En esa misma temporada ganaría la Copa Chile y 12 meses después lograría el "bi" en dicha competencia. Acostumbrado a las vueltas olímpicas, en 1983, nuevamente fue pilar fundamental en el décimo cuarto campeonato blanco y se quedó un tiempo más para emigrar al Barcelona de Ecuador.

Allá también levantó la copa en 1985 y hasta se dio el lujo de ayudar a la Universidad de Chile a lograr su ascenso el 89, cuando jugó en la "B". Se retiró del fútbol competitivo en 1992, con la tricota de Palestino.

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