Luis Suárez llegó a la Copa América con la misión de reencontrarse con su fútbol, tras una temporada con el Barcelona no tan regular como en años anteriores.

En la segunda semana de mayo el delantero del Barcelona debió pasar por el quirófano y solo en la última parte de la temporada volvió a las canchas.

Una foto suya tirando un córner en el primer partido de la Copa, donde se evidenciaba un supuesto sobrepeso, hizo especular sobre su desempeño en el torneo continental, donde nunca pudo despegar.

Y así llegó la semifinal ante Perú, rival a quien no le generó mayor peligro y contra quien Suárez se transformó en el villano de la película al ser el único lanzador en fallar su penal.

"Tristes, no nos gusta esto. Fue un buen partido, tuvimos muchas más ocasiones que ellos, nos anularon varios goles, pero también hay que ser autocríticos. Hay que afrontar la realidad, se perdió por penales pero con la posibilidad de ganarlo en la cancha", lamentó el delantero culé, quien no pudo controlar el llanto tras la definición del "Oreja" Flores.