Graves incidentes obligaron a suspender el encuentro de Copa Sudamericana entre Universidad de Chile e Independiente en Avellaneda.

El choque quedó marcado por escenas de violencia y un saldo de heridos graves.

“Estremecedor. De terror”, describió Olé, al detallar a un hincha con un corte en el cuero cabelludo que “camina en shock por la platea”. La pelea cuerpo a cuerpo en la zona alta del estadio fue el epicentro de la violencia.

De hecho, el diario deportivo argentino relató que un fanático “al borde de la desnudez, huye empapado en sangre mientras otro yace tendido”. Dichas imágenes fueron captadas por las cámaras fotográficas.

Por casi veinte minutos, proyectiles de todo tipo volaron entre tribunas.

Según Olé, los atacantes de la barra de Universidad de Chile inicialmente utilizaron “pedazos de loza sanitaria de un baño hecho trizas transformada en proyectil” y hasta lanzaron una bomba de estruendo “a modo de granada”.

En medio del caos, un hincha de Independiente mostró “dos trozos de hormigón que acaban de caerle encima”, mientras familias buscaban refugio para escapar de la lluvia de piedras.

En ese escenario, el árbitro Gustavo Tejera intentó reanudar el juego, pero resultó imposible. El partido fue suspendido y la definición quedó en manos de la Conmebol.

Desde Olé tambiénm remarcan que ni las advertencias por altoparlante ni las súplicas de jugadores como Charles Aránguiz y Kevin Lomónaco lograron frenar la violencia.

La situación simplemente se tornó incontrolable. Por eso en Olé remarcaron que la anarquía alcanzó un nivel “dantesco”, describiéndola como “una cacería humana cuyos límites no están trazados”.

“Golpes. Personas caídas, tendidas en el suelo, al parecer inconscientes. Tres, según los partes extraoficiales que circulan en las adyacencias del delirio, gravemente heridas”. reportaron.

Y mientras agregan que el saldo preliminar dejó al menos dos hinchas de la U en estado crítico, en Olé cerraron con una definición lapidaria: “Duele. De terror”.