Es natural que la herida que provocó la Copa América (un poco Wilmar Roldán y el resto un equipo al que no le cayeron las ideas) todavía sangre, y probablemente duela sobremanera ahora que empieza la recta final, pero de ser necesario habrá que aplicar presión directa y detener la hemorragia por las malas: pronto, en septiembre, Chile tendrá por delante el desafío por el que acudió a Ricardo Gareca. Argentina y Bolivia en línea para recuperar terreno y entrar de una vez por todas a la pelea por asistir al mundial de 2026.

El “Tigre” habrá sacado algo al limpio más allá del fracaso en Estados Unidos, por ejemplo, en materia ofensiva. Con un Osorio aún muy verde, Dávila desaparecido y Sánchez modo Alexis FC casi que es obligación explorar alternativas. A Vargas, Brereton, o el que sea, no les llegará una sola pelota con ventaja de seguir así, y Bolados, el primer recambio en el reciente certamen, definitivamente no es una solución.

De ahí que Juan Cristóbal Guarello, sin mucho más, anoche haya iniciado una especie de campaña para incluir en la siguiente nómina al último MVP de la liga local: Luciano Cabral.

“Para mí debe estar, porque Chile demostró menos imaginación…”, se lamentó de entradita.

Luego sostuvo que “con la pobreza del fútbol chileno en la actualidad, de hombres de mitad de cancha para arriba, yo lo llamo sí o sí”. “O sea, no tengo dónde perderme”.

Es más, el periodista no ve con malos ojos que haya dejado Coquimbo Unido para recalar en el León: “¿Qué es lo bueno de que Cabral se vaya a México?”, se preguntó. “En México la liga está hecha mie…, ya vieron cómo le fue a México en la Copa América y la mayoría de los jugadores de la liga local, pero se corre más, hay más ritmo. Entonces, Cabral tendría que tener un salto de calidad, de mayor exigencia”.

Incluso, arriesgó a continuación, “si no tiene el salto de calidad yo igual lo llamo, porque está muy mal la selección de mitad de cancha para arriba”.

Cerró Guarello: “No tenemos alternativas, no tenemos cambios, no tenemos sorpresa, no tenemos plan B. Si Alexis no anda, el equipo no juega. No tenemos un distinto. No tienes un tipo que rompa líneas y Cabral puede hacer eso”.