Con un enfoque ético y un proceso meticuloso, este emprendimiento lleva la belleza de la naturaleza directamente a tu hogar a través de cuadros decorativos únicos.
Lo que para muchos es motivo de susto, para ellos es arte. Insectaustralis es un emprendimiento chileno que transforma artrópodos muertos (sí, insectos de verdad) en piezas decorativas únicas, hechas a mano con un cuidado impresionante por los detalles y por la ética también: nada de especies protegidas.
Con una estética que mezcla lo natural, lo curioso y lo bello, sus cuadros han llamado la atención en redes sociales y ya suman seguidores fieles que se atreven a tener una mariposa, escarabajo o mantis religiosa como parte de la decoración de su casa.
Hablamos con Arturo Castro, el creador detrás de este proyecto, para conocer más sobre cómo nació la idea, cómo trabajan con los insectos y todos los detalles sobre este arte poco convencional.
Insectaustralis nació de una simple coincidencia entre Arturo y Fernanda, dos apasionados por la naturaleza.
Arturo Castro y su pareja, Fernanda Morales, compartían el gusto por el mundo natural, pero fue un regalo de su hermano lo que marcó el inicio de su fascinación por los insectos.
“Él me enseñó el mundo de las ciencias naturales, en específico, el de la entomología”, cuenta Arturo.
Años más tarde, el proyecto comenzó como una forma de escapar del estrés diario, y fue Fernanda quien le dio el toque artístico, transformando sus insectos en cuadros llamativos y coloridos.
La propuesta de Insectaustralis es clara: No trabajan con especies capturadas ni protegidas. Solo usan insectos que obtienen de tres formas: recolección de cadáveres, compra de muestras de artrópodos muertos en cautiverio y de colecciones antiguas.
Esta ética ambiental y su cuidado por la procedencia de los insectos es uno de los pilares del emprendimiento. De hecho, Arturo subraya que ni siquiera venden insectos chilenos como las tarántulas, ya que son especies protegidas por la ley.
El proceso de preparación de los insectos es meticuloso. Desde la llegada de los ejemplares, se pasan por un proceso de cuarentena, donde se eliminan ácaros y hongos antes de darles forma.
“Es harto trabajo y muy delicado, sobretodo con algunas especies de mariposas que requieren cuidados especiales o escarabajos que pierden sus colores si se les añaden químicos demás”, explica Arturo, quien confiesa tener una debilidad por los escarabajos, en especial los de colores vibrantes y cornamentas llamativas. Sin embargo, en los últimos tiempos, las mariposas y los arácnidos parecen ser los favoritos de los clientes.
Aunque algunos se sorprenden al ver estos insectos convertidos en arte, la reacción general ha sido positiva. “En la actualidad la gente es mucho más receptiva a estas cosas, en comparación a lo que ocurría hace diez o quince años”, comenta Arturo.
Insectaustralis ha logrado transformar algo que muchos podrían considerar extraño o aterrador en una forma de arte cautivadora y única.
Con su enfoque en la sostenibilidad y el respeto por los insectos, este emprendimiento nos recuerda que la belleza puede encontrarse en los lugares más inesperados.
Si te atreves a mirar más allá de lo convencional, visita su Instagram (clic acá) y descubre cómo puedes comprar tu propia pieza de arte natural.
